Centenario del nacimiento de Franco Basaglia: liberar la locura para construir lo común  – Carcaj.cl

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12 de diciembre 2024

Centenario del nacimiento de Franco Basaglia: liberar la locura para construir lo común 

“La locura es una condición humana. En nosotros la locura existe y está presente, al igual que la razón. El problema es que la sociedad, para considerarse civilizada, debería aceptar tanto la razón como la locura; sin embargo, encarga a una ciencia, la psiquiatría, traducir la locura en enfermedad con el fin de eliminarla. El manicomio tiene aquí su razón de ser”

Franco Basaglia, 1979

Franco Basaglia (Venecia, 11 de marzo de 1924 – 29 de agosto de 1980) fue un psiquiatra e intelectual italiano, considerado uno de los pioneros de la reforma psiquiátrica. Su trabajo revolucionó la manera en que se percibe y aborda la salud mental al cuestionar las prácticas psiquiátricas que en su época estaban dominadas por el encierro manicomial y el trato abusivo hacia las personas internadas, promoviendo un enfoque humanista y comunitario.  

Segundo de tres hijos, vivió una adolescencia tranquila en el barrio de San Polo. Tras obtener el bachillerato clásico, se matriculó en la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Padua. Durante este período, comenzó a leer algunos de los grandes clásicos de la filosofía, como Husserl, Heidegger, Sartre y Merleau-Ponty. Se graduó en 1949. Durante su etapa universitaria, se unió a grupos de estudiantes antifascistas y fue encarcelado durante varios meses por su activismo. En 1953, se especializó en enfermedades nerviosas y mentales en la clínica neuropsiquiátrica de Padua. Ese mismo año, se casó con Franca Ongaro, con quien tuvo dos hijos y estableció una intensa colaboración profesional, especialmente en la redacción de libros y ensayos. En 1958 obtuvo la libre docencia en Psiquiatría. Si bien iniciaba tempranamente su carrera académica, Basaglia ya era considerado en el entorno médico como una “cabeza caliente”, lo que le generaba cierto grado de marginación. Debido a sus ideas revolucionarias, tuvo algunos problemas y decidió abandonar la docencia. 

En 1961, se trasladó con su familia a Gorizia, donde asumió la dirección del hospital psiquiátrico. El impacto al llegar al manicomio fue duro: el lugar donde había 650 personas internadas estaba lleno de rejas, barrotes, puertas y ventanas siempre cerradas; cadenas, candados y cerraduras por todas partes. Las terapias más comunes eran la camisa de fuerza como medida de contención, la reclusión en salas de aislamiento, los baños fríos, el electroshock y la lobotomía (extracción de los lóbulos parietales, es decir, una parte del cerebro). 

Influenciado por las corrientes psiquiátricas de inspiración fenomenológica y existencial, como las de Jaspers, Minkowski y Binswanger, Basaglia trató de implementar el modelo de “comunidad terapéutica” de origen inglés, dentro del hospital. Convencido de que para abordar la locura de manera digna era necesario suspender todo prejuicio terapéutico, Basaglia creía que solo así la persona podría ser realmente libre y recuperar sus derechos de ciudadanía en un plano de igualdad. Sus referentes teóricos incluyeron a Sartre, especialmente en lo que respecta al concepto de libertad, así como a Foucault y Goffman por su crítica a las instituciones psiquiátricas. 

En el manicomio de Gorizia, Basaglia impulsó una verdadera revolución. Se eliminaron todas las formas de contención física y las terapias de shock. Se  abrieron las puertas del asilo y las personas internadas pudieron moverse libremente, se implementaron asambleas favoreciendo su participación en entornos abiertos. La atención no se limitaba a las terapias farmacológicas, sino que buscaba renovar las relaciones humanas entre las personas funcionarias y las personas internadas. Estas debían ser tratadas como personas en crisis: una crisis que podía ser existencial, social o familiar, pero que ya no se veía simplemente como “enfermedad”. Basaglia resumía su visión con estas palabras: “Una cosa es considerar el problema una crisis, y otra cosa es considerarlo un diagnóstico, porque el diagnóstico es un objeto, la crisis es una subjetividad”. 

En 1967, Basaglia editó el volumen “¿Qué es la psiquiatría?” y en 1968 publicó “La institución negada. Informe de un hospital psiquiátrico”, que dio a conocer al gran público la experiencia del hospital de Gorizia, convirtiéndose en un éxito editorial. En 1969, dejó Gorizia y, tras pasar dos años en Parma como director del hospital de Colorno, asumió en agosto de 1971 la dirección del manicomio de Trieste, el San Giovanni, donde estaban internadas cerca de 1.200 personas. 

En este nuevo contexto, Basaglia implementó de inmediato las reformas de Gorizia, además de talleres de pintura y teatro dentro del hospital psiquiátrico. Durante su gestión, el 16 de diciembre de 1972 se estableció formalmente la Cooperativa Laboratori Uniti (CLU), permitiendo a las personas internadas realizar labores reconocidas socialmente y remuneradas económicamente al interior del hospital. A su vez, el 25 de marzo de 1973 un caballo hecho de madera y cartón piedra llamado “Marco Cavallo” como símbolo del regreso a la cuidad, salió del manicomio y desfiló en procesión por las calles de Trieste, seguido por médicos, enfermeros, personas internadas, artistas y voluntarios. Con base en estas iniciativas, la humanización del manicomio no era suficiente. Esta vez Basaglia quería ir más allá de la mera transformación de la vida dentro del hospital psiquiátrico: para él, esta institución debía cerrarse. En su lugar, propuso trabajar en proyectos de externación de las personas hacia la recuperación de sus proyectos de vida y la construcción de una red de servicios para brindar asistencia en la comunidad.  

Basaglia creía que la psiquiatría había fracasado en su relación con la locura, limitándose a producir “literatura” (es decir, teorías ideológicas), mientras que la persona loca sufría las consecuencias de la segregación y era recluida en lo que se consideraba el espacio adecuado para ella: el manicomio. Para Basaglia, la psiquiatría, que no había logrado comprender los “síntomas de la enfermedad mental”, debía dejar de contribuir a la exclusión y encierro de la locura. Este proceso era impulsado por un sistema político y económico que, convencido de poder negar y anular sus propias contradicciones, las apartaba, rechazando su dialéctica, con el fin de presentarse ideológicamente como una sociedad sin conflictos. No obstante, desde una perspectiva radical, era el momento que la sociedad se hiciera cargo de la locura que ella misma produce. 

En 1973, Trieste fue designada “zona piloto” para Italia por la OMS (Organización Mundial de la Salud). En enero de 1977, en una conferencia de prensa multitudinaria, Franco Basaglia junto con Michele Zanetti, presidente de la Provincia de Trieste, anunciaron el cierre del San Giovanni. Al año siguiente, el 13 de mayo de 1978, se aprobó en el Parlamento la ley 180 de reforma psiquiátrica. Esta ley marcó el inicio del cierre progresivo de los hospitales psiquiátricos en el país y sentó las bases para un sistema de salud mental centrado en la comunidad. 

En 1978, Basaglia estuvo en México y participó del cuarto Encuentro Internacional de Alternativas a la Psiquiatría bajo la coordinación de Sylvia Marcos, junto a David Cooper, Félix Guattari, entre otros referentes del movimiento de crítica hacia las instituciones psiquiátricas que se expandía en nuestro continente. En 1979, Basaglia viajó a Brasil, donde se reunió con psiquiatras, psicólogos, enfermeras y estudiantes. A través de una serie de seminarios, más tarde recopilados en el volumen “Conferencias brasileñas” compartió su experiencia de lucha. Sus ideas dieron origen al movimiento antimanicomial en América Latina, de amplio alcance hasta el presente.

En noviembre de 1979, Basaglia dejó la dirección del hospital de Trieste y se trasladó a Roma, donde asumió el cargo de coordinador de los servicios psiquiátricos de la Región de Lacio. En ese momento, la situación psiquiátrica en Roma estaba marcada por la presencia de un enorme manicomio y numerosas clínicas privadas. Sin embargo, en la primavera de 1980, Basaglia comenzó a mostrar los primeros síntomas de un tumor cerebral. La enfermedad avanzó rápidamente y el 29 de agosto de 1980, falleció en su casa de Venecia, a los 56 años.

Al momento de su muerte, la experiencia italiana que lideró ya había demostrado que era posible abandonar por completo los hospitales psiquiátricos y dejar de tratar a las personas internadas como objetos de control y represión en lugar de seres humanos con derechos. Su activismo político como fundador del movimiento Psiquiatría Democrática logró impulsar reformas en la esfera institucional que permitieron trasladar la atención de salud mental a centros comunitarios. La locura retornaba a la ciudad y a la ocupación del espacio público.  

A 100 años del nacimiento de Franco Basaglia, podemos afirmar que su influencia trascendió las fronteras de Italia y su herencia se refleja en la defensa de un enfoque de la salud mental que respete los derechos humanos, abogue por el protagonismo de los cuidados comunitarios y rechace la discriminación y el estigma asociados a la locura. En un escenario de reinvención del modelo biomédico y de creciente psiquiatrización de la vida cotidiana, es urgente retomar sus banderas de lucha. La desinstitucionalización psiquiátrica como fortalecimiento de lo público y construcción de lo común es el legado de Basaglia que hoy nos debe inspirar para afrontar los manicomios químicos que administran y gestionan la locura en un contexto neoliberal. 

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Sitiografía 

Archivo Franco Basaglia https://www.archiviobasaglia.com/ 

Movimiento Psiquiátrica Democrática https://www.psichiatriademocratica.org/ 

Cooperativa Lavoratori Uniti Franco Basaglia https://www.clufbasaglia.it/ 

Ángela Santoro

Psicóloga y docente de ciencias humanas en Italia. Está especializada en inclusión educativa y desde hace años trabaja en el ámbito de la psicología comunitaria y en entornos sociales vulnerables. Su recorrido profesional se ha desarrollado entre Italia y Latinoamérica (Bolivia, Perú y Chile), donde estuvo viviendo por 10 años.

Juan Carlos Cea Madrid

Candidato a Doctor en Psicología, Universidad de Chile. Magíster en Psicología, mención Psicología Comunitaria, Universidad de Chile. Psicólogo, diplomado en Psicología Clínica, Universidad de Santiago de Chile. Investigador militante del Centro de Estudios Locos y activista del colectivo “Locos por nuestros derechos”.

Un comentario en "Centenario del nacimiento de Franco Basaglia: liberar la locura para construir lo común "

  • César Uribe diciembre 15, 2024

    Un revolucionario que permitió comprender y atender a la persona dignamente

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