31 de octubre 2024

Convocatoria: Especial F.O.R.B.E.S. (Financistas Oligarcas Ricos Burgueses Empresarios Soberanos)

por Carcaj

“Detrás de toda gran fortuna hay un crimen”.
-Balzac

“El solo momento de permanencia de una clase en cuanto tal es también aquel en el que posee la consciencia para sí: la clase de los gestores del capital en tanto que máquina social. La consciencia que la connota es, coherentemente, la del apocalipsis, de la autodestrucción”.
-Giorgio Cesarano
 

Ricos, millonarios y multimillonarios, cuicos y gente de élite, oligarcas y empresarios. ¡Hoy todo el mundo aspira a ser uno de ellos! En la hora del neoliberalismo avanzado y la precariedad laboral de masas, el empresario exitoso pareciera ser el único modelo de héroe que sigue prosperando en nuestra sociedad. Bajo la consigna de “el que quiere puede”, incontables emprendedores de sí mismos se lanzan así día a día a la carrera desesperada por la conquista triunfal de alguna porción de la gran piñata.

Mientras tanto, el resto de nosotrxs, lxs expulsadxs de la fiesta, la sobrante gran mayoría de la población que no trabajamos en oficinas de silicon valley, ni nacimos en el primer mundo, ni vivimos en las condes, vitacura o lo barnechea; carentes de cualquier olfato, tacto o visión para los negocios; inexpertos en el arte de lavar dinero y evadir impuestos; sin herencias, propiedades ni pitutos sino tan solo deudas, condenados a tener que trabajar para vivir y vivir para trabajar, quedamos cada día más relegados a los bajos fondos del apartheid social, obligados a contemplar impotentes el espectáculo incesante de la concentración del capital.

No cabe duda, los millonarios están otra vez en el centro de la escena, y ocupan hoy un lugar cada vez más porfiado e invasivo en nuestras vidas. Verdaderos beneficiarios de la contrarrevolución económica y cultural que, tras la feroz represión de las luchas sociales de los ‘60 y ‘70, permitió la implementación del neoliberalismo a nivel global, hoy reinan como soberanos sobre multinacionales imperios terrestres, más ricos e influyentes que los propios Estados, y en su tiempo libre parten también a la conquista del espacio[1].

Salida de las profundidades de las Big Tech y de la industria extractivista, una nueva generación de poderosos hombres blancos parece haber irrumpido en el horizonte. De transhumanistas vendedores de robots a nihilistas mercaderes de petróleo, sus campeones son celebrados como verdaderos  “genios” de la acumulación, y se exhiben bajo la luz de los proyectores reconvertidos en políticos, estrellas de farándula y “líderes” de opinión. Hoy, no solo ya no se inquietan de exhibir la riqueza que han acumulado a costa nuestra, sino que aseguran también predecir el futuro, presentándose como la vanguardia de la humanidad en un viaje irresistible hacia un nuevo mundo de promesas. Héroes, santos y profetas de la religión capitalista, el rumor de sus hazañas no nos distrae sin embargo de lo obvio: que el tamaño de su riqueza es directamente proporcional a nuestro desposeimiento, y que la grieta que han abierto en este mundo se está vertiginosamente ensanchando.

Al mirarlos más de cerca, en realidad, los millonarios de nuestro tiempo son un curioso espectáculo. ¿No es extraño, acaso, que en la época con la mayor concentración de riqueza de la historia, las grandes fortunas estén en manos de tristes twitteros trabajólicos, esclavos del trabajo abstracto y siervos de los flujos de la bolsa? ¿Qué clase de nuevos emperadores son estos? ¿Qué clase de nuevo imperialismo representan? Y ya que estamos en esto, ¿qué tipo de extraño producto son todos esos CEO (¿”Criminales Ecocidas Organizados”?) que proliferan en la actualidad?

Hoy, cuando la gran y la pequeño burguesía planetaria se organizan y se radicalizan, permitiendo que cada vez más líderes fascistas lleguen al poder, desatando nuevas guerras y expandiendo sin fin la violencia de la acumulación sobre nuestros cuerpos y territorios, se hace urgente pensar en el lugar de aquellos seres prometeicos, apolíneos y profundamente inquietantes que son los millonarios de nuestra época. Elon Musk, Zuckeberg, Bill Gates, Jeff Bezos, etc… ¿Qué clase de bicho son estos nuevos millonarios? ¿Qué tipo de parasitismo es el que practican? ¿Qué energías los mueven, qué intereses representan? ¿Qué clase de futuro es el que nos tratan de vender?

Debemos evitar, sin embargo, caer en la tentación conspiracionista de identificar el capitalismo con un grupo de sujetos malvados y omnipotentes. Después de todo, ¿no son también los ricos un producto de las relaciones sociales capitalistas? Lo que hace verdaderamente peligrosa a la élite no pareciera ser tanto su voluntad ni sus intenciones, como por el contrario su fervorosa servidumbre al realismo capitalista que comanda la desertificación del mundo, destruyendo lo viviente y creando océanos de pobreza alrededor de sus islas (offshore, of course) de capital.

Por eso, preguntamos: ¿De qué manera podemos pensar hoy la conflictividad histórica, sus representantes y sus representaciones si, como tanto se ha dicho, la comprensión tradicional de la lucha de clases parece haber dejado de operar? ¿Es cierto que las clases ya no existen, o es que hoy hay solo una que impone con éxito su conciencia de clase particular? ¿De qué manera se articula la clase con el género y la raza en las nuevas tecnologías de la extracción, la acumulación y circulación del capital?

Y, por otra parte, ¿cómo convivir con el deseo de dinero que nuestro propio estado de precariedad genera? ¿Cómo resistir al sueño obsesivo de “hacerla”, darle con el palo al gato, vivir a lo millonario? En definitiva, ¿qué hacer con todo nuestro resentimiento? ¿Cómo cultivar y dirigir nuestra rabia, malestar o indignación? ¿Cómo evitar intoxicarnos con las pasiones tristes y el mundo desértico al que quieren condenarnos, y escupir nuestro odio plebeyo en la cara de aquellos pobres y tristes millonarios?

Reciban ustedes esta invitación a pensar la dominación, la riqueza y el despojo. A sacar del baúl de los recuerdos incómodos nociones como clase, imperialismo, revolución, igualdad, y pensar sus actualizaciones estratégicas. A cartografiar la riqueza y hablar sobre y contra el 1% de los dueños y herederos, triunfadores y emprendedores, accionistas y administradores de la pobreza. A escribir sin tapujos sobre cuicos, pitucos, chetos, sifrinos, pijes, gomelos y fresas. A preguntar por los crímenes que se esconden detrás de cada fortuna, y resistir a la visión de un mundo reducido a recursos, mercancías y capital humano. A pensar en nuevas alianzas y amistades para combatir el orden social de la acumulación. A reencontrar, desde la precariedad de nuestras lenguas y existencias terrestres, los mundos compartidos que resisten al expolio y a la destrucción.

* * *

CONVOCATORIA

Carcaj es una revista cultural abierta a la participación. Recibimos artículos, ensayos, poemas, crónicas, reseñas, cuentos y material gráfico.

Las contribuciones para la presente convocatoria, «Especial F.O.R.B.E.S. Financistas, Oligarcas, Ricos, Burgueses, Empresarios, Soberanos», serán recepcionadas hasta el domingo 15 de diciembre.

Durante el resto del año (incluyendo el periodo de esta convocatoria) recibimos colaboraciones no sujetas a esta propuesta temática.

¿Cómo colaborar?

Nuestros ejes temáticos son el pensamiento crítico, la literatura y el arte, en su relación con la cultura y la sociedad.

Los textos enviados para su publicación no deben exceder las 8 páginas (ocupando como referencia un documento Word, letra Times New Roman 12, interlineado simple) y deben ser enviados en un archivo de edición de texto (es decir, NO EN PDF).

Los textos deben venir acompañados de una breve reseña biográfica del autor/a, que no exceda las 5 líneas.

Las colaboraciones deben ser enviadas a: revistacarcaj@gmail.com

Una vez recibidas, éstas serán evaluadas por el comité editorial de la revista que decidirá sobre su publicación.



[1]  “Quiero agradecer a los trabajadores y clientes de Amazon, porque ustedes pagaron todo esto”, se atrevía a decir Jeff Bezos, sin pelos en la lengua, al volver de su viaje por la órbita terrestre. Mientras tanto, los obreros de Amazon se iban a huelga por las condiciones de extrema precariedad laboral.

Revista de arte, literatura y política.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *