Ilustración: Georges Maroniez (Fuente: Gallica)
Tres poemas de Hugo von Hofmannsthal
¿Ves la ciudad?
¿Ves la ciudad que allí descansa,
que murmurando se acurruca bajo el manto de la noche?
La luna derrama su caudal de seda plateada
que sobre ella cae en mágico esplendor.
El viento tibio de la noche trae su aliento
eco fantasmal que se extingue en un murmullo:
ella llora en sueños, respira profundo y pesado,
susurra, insondable, cautivadora y con temor…
La ciudad oscura duerme en mi corazón
con brillo y ardor, con un resplandor de colores
que agoniza:
pero su reflejo te eleva, flotando a tu alrededor,
tenue hasta volverse un susurro,
planeando a través de la noche.
*
Siehst du die Stadt?
Siehst du die Stadt, wie sie da drüben ruht,
Sich flüsternd schmieget in das Kleid der Nacht?
Es gießt der Mond der Silberseide Flut
Auf sie herab in zauberischer Pracht.
Der laue Nachtwind weht ihr Atmen her,
So geisterhaft, verlöschend leisen Klang:
Sie weint im Traum, sie atmet tief und schwer,
Sie lispelt, rätselvoll, verlockend bang …
Die dunkle Stadt, sie schläft im Herzen mein
Mit Glanz und Glut, mit qualvoll bunter Pracht:
Doch schmeichelnd schwebt um dich ihr Widerschein,
Gedämpft zum Flüstern, gleitend durch die Nacht.
* *
*
Dominio
Caminaba por una alta montaña
cuando recibí la noticia: te habían encontrado,
hecho presa y atado con listones de hojas,
a la torre de mi jardín.
Con paso contenido tomé el camino a casa,
como una llama volaba a mi lado
el reflejo de tu cabello suelto
y tu boca torcida de rabia.
Como una llama. Pero me sentí orgulloso,
y con templanza me asomé al estanque
la huella del pez que busca la oscuridad
y, sobre el bosque, el nido de un buitre.
*
Der Beherrschte
Auf einem hohen Berge ging ich, als
Mir Kunde ward, sie hätten dich gefunden
Und mir zur Beute dich mit Laubgewind
Am Turm in meinem Garten festgebunden.
Ich nahm den Heimweg mit gehaltnem Schritt,
Wie eine Flamme mir zur Seite flog
Das Spiegelbild von deinem offnen Haar
Und deinem Mund, der sich im Zürnen bog.
Wie eine Flamme. Aber ich war stolz,
Und ruhig schreitend spähte ich im Weiher
Das Spiel des Fisches, der das Dunkel sucht,
Und überm Wald den Horst von einem Geier.
* *
*
Apago la luz
Apago la luz
con mano púrpura
extingo el mundo
como un manto de colores
Y me hundo en la oscuridad
desnudo y solo:
el reino profundo
será mío, seré yo.
Grandes maravillas revolotean
A través de la espesura,
manantiales brotan
en el más hondo de los sentidos.
¡Oh, si estallara alguno más!
llegaría hasta la médula,
al corazón del mundo
cerca de todo, lejos de todo.
*
Ich lösch das Licht
Ich lösch das Licht
Mit purpurner Hand,
Streif ab die Welt
Wie ein buntes Gewand
Und tauch ins Dunkel
Nackt und allein:
Das tiefe Reich
Wird mein, ich sein.
Groß’ Wunder huschen
Durch Dickicht hin,
Quelladern springen
Im tiefsten Sinn,
O spräng noch manche,
Ich käm in’ Kern,
Ins Herz der Welt
Allem nah, allem fern.
* * *
*
* Hugo von Hofmannsthal (1874, Viena – 1929, Rodaun) fue una de las figuras más destacadas del
modernismo vienés, cuya obra aborda la crisis de identidad y lenguaje que caracterizó la transición entre los siglos XIX y XX. A lo largo de su prolífica producción, que abarca poesía, teatro y ensayos, Hofmannsthal examina las limitaciones del lenguaje para expresar plenamente la experiencia humana en un mundo desintegrado. Su participación en la Primera Guerra Mundial influyó profundamente en su perspectiva, llevándolo a reconsiderar el papel de Austria y los valores culturales europeos. En algunos de sus poemas, como Der Beherrschte e Ich lösch das Licht, explora temas como el poder, la sumisión y la búsqueda de una verdad que trasciende lo visible, revelando las tensiones internas del ser humano ante un universo en constante transformación.
** Francisco Acosta Joerges (Santiago, 1991). Se graduó en la Universidad de Chile y en la Goethe-Universität Frankfurt am Main, Alemania. Su trabajo de traducción se ha centrado en producciones académicas. Su trabajo literario incluye traducciones de obras de Kleist, Zweig, Trakl y Hölderlin.