24 de agosto 2024

YO NO SOY MAITE ORSINI

por Greta Montero Barra

Del libro Yo no soy esa, editorial Aparte, 2023.

*

A mí nunca me ha gustado el Gonzalo Manguera, actúa pésimo cuando llora en las teleseries, es demasiado flaco, la cabeza que tiene es chica. No me gusta la gente con cara de pájaro, ni hombres ni mujeres. A mí lo que me da envidia es lo que la Maite Orsini provoca, porque hizo que el Manguera dejara a la María Gracia Omegna, una actriz súper fitness, que hace yoga y tiene con él una guagua chiquitita. Una guagua rubia preciosa. Yo le tengo mucha envidia a la Maite, porque soy farmacéutica en la Salcobrand, mientras que ella es abogada, es diputada y vuelve locos a los hombres. Sí, porque hace años, recién metida en el congreso, hizo que el socialista Fulvio Rossi le pidiera el divorcio a la Carolina Tohá después de cinco años de matrimonio y después lo pateó. Sí, porque después hizo que el ministro Díaz dejara a la Millaray Viera, que es una presentadora de televisión súper elegante con la que se iba a casar, y después lo pateó. La Maite hizo que le rompieran el corazón a la Millaray, que tiene una cara tan dulce y es bonita, qué nos queda al resto de nosotras.

Yo ni siquiera recuerdo haber pateado a alguien en la vida, siempre me han pateado a mí, me dejan de hablar o mandan de paseo, dicen que se me escapan las cabritas pal monte, pero la verdad es otra, la verdad es que soy fea. Y estoy gorda.

Son las 3:45 de la madrugada. Me destapo y me vuelvo a tapar. Quiero fumarme un pucho, pero sé que sería demasiado. El chico con el que salgo le dio like a la última foto de su ex. Sé que es tonto pensar así, pero le da like a todo lo que postea. Ella tiene como tres mil seguidores, es una mina exitosa que lo pateó, una mina flaquita, cara medio desabrida, de pájaro, pero flaquita, de brazos delgados, pantalones ajustados a los que no se le salen los rollos, flaquita. Miro mi IG, tengo 98 seguidores. Tengo los celos por la ex, típico, pero también los celos por Maite Orsini. Sí, porque antes de ver esto ya estaba de malas. Me puse a ver las noticias del Google y en una de ellas apareció la foto de la Maite en bikini. Con las piernas cruzadas en la cintura del Manguera. A la Maite se le veía una piel doradísima y brazos firmes, pero lo peor de todo era la guata: ¡con calugas! Yo tengo la guata flácida, con estrías, porque tuve guagua a los veinticinco y nunca pude recuperarme, claro, porque no hago ejercicios. En esa época yo era talla treinta y ocho, ahora estoy en la talla cuarenta y seis, tengo cuarenta y dos años, mi vida entera empieza con un cuatro, estoy lejos de ser la Maite Orsini. Este pensamiento no me deja dormir.

Me levanto, voy al patio y tomo un cigarrillo, fumo. Mientras lo hago, veo mis manos temblando cada vez que meto el pucho en mi boca, no puedo controlarlas. Tomo el celular y reviso una y otra vez las redes sociales, el IG del chico con el que salgo, el IG de la ex, el IG mío, el IG de Maite Orsini. Me fumo otro, decido levantarme y me voy al living, me tiro en el suelo y comienzo a hacer flexiones, llego a las cincuenta, después sigo con los abdominales, llego a los cincuenta, después unas lagartijas, llego a las veinte. Enciendo el televisor, decidida a buscar en Youtube una clase de zumba para reducir la grasa abdominal.

Entonces la veo, sale en un recuento de noticias de farándula: el bikini verde, la piel dorada, las calugas en el abdomen, risitas en la playa, una sonrisa gigante. Se burla de mí, estoy segura de que se burla de mí, mostrándome sus dientes blanquitos, perfectos. Arrojo el control remoto a la pantalla y rompo el televisor. Me tomo la cabeza, me entierro las uñas en el cuero cabelludo, tomo el teléfono y llamo, no responde, llamo de nuevo, no responde, insisto, por fin responde. Me pregunta qué pasa, si tengo algo grave por la hora, entonces yo le grito que no voy a tolerar esto, ya no lo aguanto, no estoy para pasar estas humillaciones y que no me vuelva a llamar nunca más. Corto la llamada, lo dejo de seguir en IG, lo bloqueo, lo borro del WhatsApp, lo bloqueo, apago el teléfono, lo tiro también contra la pantalla del televisor aumentando el daño.

Después me arrojo sobre el sillón y me quedo quieta durante un rato.

Estoy sonriendo, dulcemente, sonrío porque lo he pateado yo, por primera vez en mi vida y me siento mejor. Me levanto, me miro al espejo, todavía estoy gorda, pero mañana comenzaré una nueva vida, llena de ambición. Me peino el cabello desordenado, vuelvo a la cama y me duermo, plácida.

(1986, Coronel) Es profesora y doctora en literatura por la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de poesía "Dummies" (2013), "Balada del Señor Cuervo" (2016) y "Un día quemaré sus castillos" (2022). El cuento “Yo no soy Maite Orsini” pertenece al conjunto de relatos "Yo no soy esa", publicado en 2023.

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