14 de abril 2011

Momentos de un momento

Chile en la retina. 1957-1973, fotografías de Patricio Guzmán Campos. Este libro de fotografías bien podría llamarse “momentos de un momento” como en el verso de Enrique Lihn para así describir –si sirve la intención– el emotivo conjunto de instantáneas compiladas por Patricio Guzmán Campos (1935) abarcando casi dos décadas de un país que ya no existe.

Cortázar hacía una certera analogía para hablar de la extensión narrativa de un relato. Él decía que una novela era al cine, lo que un cuento a una fotografía. Estamos ante ese mismo efecto ahora, ya que lo propuesto por Guzmán, en sus 161 postales, es una suerte de álbum familiar, tanto como una colección de instantes de una película o documental en blanco y negro, trozos de realidad, fragmentos de un mundo que se perdió y ha desaparecido, permaneciendo como vidas mínimas en una suma de contextos irrepetibles fuera de esta secuencia de mirada.

Durante las semanas que he tenido este libro en mi poder, no sólo lo he hojeado, paseado y detenido en sus detalles, me reincorporado con soltura en una experiencia significativa. No es primera vez que tomo un libro de fotografías para hacer lo mismo –sólo en el ámbito nacional, están los de Errázuriz, Díaz, Aceituno, Hoppe, Montecino, Wagner– y me he tomado también el tiempo para hacerlo ver, de mostrarlo a mi pareja, a sus hermanos, mis padres, amigos, familiares, con el fin de que también experimenten desde el extrañamiento la cercanía con estos paisajes, retratos, hitos, de esa época.

Están, por supuesto, ahí nuestros abuelos, tíos, tías, madrinas, compadres, primos lejanos. Un parentesco posible en la recreación. Como la vitrina de un país en blanco y negro donde podemos encontrarnos. En este año que se fue, cuánto estuvimos preguntándonos por nuestra identidad, y ésta es una posible respuesta a aquella interrogante. Un asalto inconsciente e involuntario a nuestra patria lejana de la memoria. Existe una nostalgia que pervive en nosotros, porque nadie está solo mientras es capaz de seguir recordando. Y este es un desafío, un juego, un ejercicio con los recuerdos vívidos de varias generaciones.

Patricio Guzmán Campos es fotógrafo, camarógrafo, director de fotografía, formado por Antonio Quintana, y en su exilio en Hungría llegó a dirigir en los estudios cinematográficos MAfilm de Budapest. Antes de partir al exilio realizó una exposición con más de 300 fotografías, de un trabajo desarrollado entre 1966 y 1969, titulada “Aquellos Domingos en la Quinta Normal”. Algunas de esas tomas aparecen en este libro, son empleadas domésticas, conscriptos, mapuches urbanos, evangélicos, gitanas, solterones, padres e hijos, familias del Sur.

Una de las más antiguas es la de un anciano lustrabotas en las proximidades de un recinto hípico llamada simplemente “Autoservicio”, cuando para entonces Guzmán apenas tenía 22 años. Cabe destacar, por sobre muchas de las que componen el libro y esta somera muestra que ofrecemos a continuación, la de un hombre solo, de gamulán y jeans, corriendo por una larga carretera, con cerros y el desierto a su alrededor. Es la imagen con que se abre el libro, la mañana o el atardecer del 12 de Septiembre de 1973, acaso como un anuncio de lo que hallaremos o quizás no encontraremos, además del vacío, el silencio, la ausencia de palabras, que permitan entender en el único lenguaje posible, desde el ojo del alma para mirarnos.















(Santiago de Chile, 1975) es profesor, escritor y editor. Ha realizado publicaciones en diversos géneros (novela, poesía, crónicas, crítica literaria) como colaborador y editor en revistas La Calabaza del Diablo (1998-2005), Lanzallamas.org (2006-2010), Carcaj - LOM Ediciones (2010-2014) además de tallerista de fomento lector por editorial Zig-Zag desde el año 2015. Ha impartido charlas dentro y fuera del país de Chile en torno a sus proyectos y los soportes actuales de la literatura / Mail: unmejorlector@gmail.com

1 comentario

  • Excelente comentario sobre un pasado que no se borra de la memoria de los mayores. Las fotografías de Guzmán son el testimonio histórico de los instantes mínimos de aquellos momentos.

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