1312 y otros poemas

1312

el código secreto
pasado de generación en generación
ya no es secreto
su reproducción
en caos matemático
dio el correspondiente final
al susurro asfixiado
del suburbio
al eco solitario
de la cuadra.
La clave final
se ramificó
inundando las venas cerradas
desbordando canaletas
y alcantarillas.
El digito de la ira
-cuya suma es veinticinco-
germinó piedras fundantes
que fueron esculpidas
de forma meticulosa
en el sopor de la bestia
que con hambre
mostró mil trecientos doce
dientes afilados
preparados para desgarrar
carnes verdosas.

*

El sueño de la carabina

Nosotros buscamos ser constructores del paraíso, buscamos proteger el reino de los cóndores. Son muy buenos los cóndores con nosotros. Por eso tratamos de protegerlos, a ellos y a sus negocios. Ellos nos dan de comer y de vez en cuando nos dan un cariño o un juguete, eso depende si andan volando bajo, cuando hay paz y orden público. Cuando hay desorden se van volando lejos a Los Andes. Ahí nosotros tenemos que salir a morder a los huemules de lomo gastado, que siempre molestan a los patrones.

*

Invitación al desastre

Vive una voluntad
que se obliga a sobrevivir en la muerte,
que se arrastra
en la medida de la carroña
famosa en las bocas fétidas
asesinada todos los días
prematura coleccionista,
acumuladora de guerras ajenas,
existe encadenada
a la dialéctica de la respiración.
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De espalda a la solera se rasca las pulgas,
apuñala el frio con su pupila afilada
y cocina las vidas de sus hijos en cámara lenta.
¡Con hambre!
Mastica lo último de sus carnes.
¡Cansada!
Sigue la huella de su cadáver
que pasea por las ciudades  
a lo que dios quiera.

*

Para: General Rozas

Asunto: “Para vivir es necesario hacer morir toda procedencia vital que resida en las periferias”

Con esa máxima estaría bien que los siguientes mil mercenarios sean fabricados General, entiendo que mañana se les implanta el chip doctrinario y se certifican. Informo también que los modelos #20-20 tuvieron ciertas mejoras en las extremidades, se les rebajó las revoluciones para cumplir estándares, pero para compensar eso se les añadió un sistema de disparo -no letal- de perdigones teledirigidos.

Sin otro particular me despido.

Quedo atento a comentarios.

Saludos. 

*