Ilustración: La nave de los locos, Jheronimous Bosch (Intervenida)
Del despojo de la cordura instrumental a la restitución de la locura optimista del derrumbe
El texto titulado ¿Pasó de moda la locura?: apuntes sobre el actual trance necrófilo es un libro ensayo que partió siendo un breve texto para un blog. Este fue escrito por Colapso y Desvío, Nueva Icaria, Amapola Fuentes y editado por Adynata Ediciones. El libro concluye su germinación en la primavera del 2023 en las cercanías de la desembocadura del Río Biobío, Región Andina Patagónica de Chile.
El intento de este ensayo es utilizar todas las armas conceptuales al alcance para no desertar, por ningún motivo, la lucha frente a un contexto desolador, en donde los intentos por combatir a favor de transformaciones importantes han sido blandos. Esta situación genera una paralización social ante un cambio radical. En virtud de lo último mencionado, el texto enfatiza en esa urgencia, pese a la desmovilización conformista y ciudadanista, sobre todo en Chile, de seguir con la reformulación de cambios, aunque sea mediante páginas de libros, ya que nunca nada está totalmente estancado.
Este esporádico atrincheramiento en medio de teorías y aconteceres históricos, ante un capitalismo que desarticula todo intento de insurgencia hacia su estructura, devela las contradicciones del capital, con sus crisis perpetuas a manera de norma, su incapacidad de autosuperación y su descomposición. Como si de un cadáver que se intenta animar tal títere, aparentando su autonomía, se tratase.
Entre este proceso indagatorio del libro se demuestra el nivel de brutalidad contradictoria que ejerce el poder conservador y fundador del capital, utilizando como medium la violencia, anclada a la soberanía del Estado y el Derecho, con el fin de limitar y reestablecer el orden; al mismo tiempo, se fundan nuevos objetivos de represalia que toman su última expresión soberana en la “Necropolítica”, la cual, desde Achille Mbembe (2011), se entiende como la capacidad de decidir quién puede vivir y quién debe morir. Este último concepto establece a la guerra y la violencia como herramientas para desintegrar a otros y reestructurar territorios de valor de acuerdo con los fines de importancia para un Estado. En otro sentido, se fundan nuevos derechos, en lugares de interés, por medio de la violencia, y a su vez se mantienen los derechos que sostienen y conservan los intereses propios del capital.
Walter Benjamin (1991) señala que ‘’la violencia como medio es siempre, o bien fundadora de derecho o conservadora de derecho’’ (p. 32), idea que en este ensayo tambalea, ya que según Colapso y Desvío et al. (2023), la violencia conservadora convive con la violencia fundadora operando al mismo tiempo, gracias a una fase aguda por consecuencia de un largo declive del Capital, generando un vivir indiferentemente entre atentados explosivos, suicidios en centros comerciales, la desensibilización del padecer ajeno y la desconexión del padecer propio. Añadiendo también, someras políticas de un “gobierno ecológico’’ y la conservación de lógicas extractivistas que generaliza y apresura el empeoramiento de los efectos de una crisis ecológica a nivel planetario.
Toda esta situación es condición de posibilidad para el desencanto de una nueva visión superadora de las contradicciones que funcionan, a nivel psicológico, como un sistema aparentemente coherente. Dentro de este marco, “pasó de moda la locura” alude a que ‘‘pasó de moda la fuerza de la revolución’’, encontrándose en las paredes de un museo como figura histórica del cadáver de todos los intentos de fracaso, lo que genera una seguridad para el orden imperante (Colapso y Desvío et al., 2023). Pero, lo que provoca este libro es una sensación de que esta contradicción del capitalismo y su imposibilidad de reinventar nuevas realidades es una posibilidad frente a una atmósfera de sufrimiento que está por desmoronarse, siendo este sistema un cuerpo en descomposición.
Por lo tanto, declarar que ‘‘pasó de moda la locura’’ concede, a su vez, el desequilibrio que es tan temido por quienes esperan que la sociedad se encuentre siempre dentro del rango de una funcionalidad normalizada y un capacitismo extremo el cual se tecnologiza cada vez más, llevando a la automatización de variadas formas de vigilancia que penetran y generan mayores posibilidades de reconectar con esa “locura” que tenía más de Razón que la racionalidad instrumental, dada desde el dogma ético neoliberal actual. Por lo que, la “cordura” que se le exige a la sociedad parece más una cuestión de aferrarse descarnadamente a cualquier prótesis que permita un segundo más de productividad, para huir de las posibilidades del despojo capitalista (Colapso y Desvío et al., 2023). La locura, para este libro, significa la perdida de la cordura instrumentalizada por el capital, generando un optimismo por la revolución y el desplome del cadáver del capitalismo como peso muerto que obstruye el devenir histórico.
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Fuentes:
- Benjamin, W. (1991). Para una crítica de la violencia: Iluminaciones IV. Taurus: España.
- Colapso y Desvío, Fuentes, A. y Nueva Icaria. (2023). ¿Pasó de moda la locura? Apuntes sobre el actual trance necrófilo. Adynata Ediciones: Chile.
- Mbembe, A. (2011). Necropolítica seguido de Sobre el gobierno privado indirecto. Editorial Melusina: España.