Ilustración: Bastián López (@lopez.sn_)
En nombre del padre y del hijo
“Y con los ojos cerrados vio las habitaciones
y los rincones vacíos, las hogueras apagadas,
las ropas abandonadas, los ríos secos,
pero siguió vagando
hasta que volvió al baño del hotel,
al silencio y la lejana respiración de su hijo,
y volvió a llamar”
Mariana Henríquez – Nuestra parte de noche
¿en qué lugar tan sombrío y oscuro cabe el conflicto primordial de morir
en dónde dejar el momento eterno de la muerte, amigos míos?
Caer: el acto de pisar el puente y caer barranco abajo
cuerpo en descenso
la garganta temblorosa
el corazón abierto
la mano suelta la puerta y desciende
los muertos dicen: caer y quebrarse
esparcir los órganos en el suelo
los muertos dicen…
¿qué dicen los muertos?
Los muertos dicen: danza nocturna de enjambres
La tierra atrae la carne
los muertos aman
los muertos aman el cuerpo de un recién fallecido
¡no te vayas cuerpo mío!
no me tientes a irme contigo, padre,
papá, tú eres el que me tira de los pies
padre, tú eres el que acaricia los tonos de la oscuridad
papá, tú te retuerces en un baile de penumbras
¡suéltame los pies!
¡suéltame los pies!
¡suéltame los pies!
¿Cómo morir sin despedirse de cada quién?
¡Cuán efímero es crecer y morir!
¡Qué tan larga puede llegar a ser la infancia!
¿Qué piensa el hijo cuando su padre muere?
Nadie quiere responder
Nadie quiere entrar desnudo al ataúd
Tocar la madera
Poner los dedos en la madera y acostarse
Nadie quiere tomar la mano de un muerto
bajar por la tierra y hundirse como buenos amigos
Todos callan el susurro de lo negro
la tibieza de lo oscuro
Amigos míos, ¡vengan y toquen cómo se siente la habitación de la muerte!
cómo se erosiona la noche
la muerte es hoy
está aquí
está de noche todo el cielo
¡vamos!
¡vamos todos a aplaudir la muerte del Padre!
noches enteras forcemos el latir de su corazón
llamémoslo Padre Eterno en nuestros pensamientos
Juntemos todos nuestras bocas y presenciemos nuestra respiración
toda La Luna recorriéndonos
y la noche entera abrazándonos.
Los árboles, amigos,
nuestro Padre
nuestro Padre grita bajo tierra la alegría de la vida
entre la esencia de las raíces nocturnas
todas juntas nuestras bocas
en silencio
escuchando cómo se libera el vapor de los labios
El niño dormía en su pecho, amigos, recuerden el pecho del Padre,
todos juntos unamos nuestros pechos
escarbemos nuestros pesares
el niño se revolcaba en su seno, amigos
siempre lo hacía
apoyaba su cabeza en el corazón: sus latidos
dormían abrazados en la noche quieta
en nombre del Padre y del Hijo
los dos
los dos sin movimiento.
¿Qué hace el Padre, amigos, cuando se extingue por completo y la mente se apaga?
¿Qué hace él con la sonrisa del niño?
¿Dónde va él con su mochila llena de noches de cariño?
¡Dónde quieres que vaya, hijo!
¡Dónde me llevarás tú, hijo! Con tus caricias y tu calor
¡Dónde te gritaré lo que en realidad pienso, mi niño!
La noche vibrante es ahora
todos estamos aquí reunidos en el frío nocturno de la destrucción
todos hemos sido citados a la instancia de la muerte
todos permanecemos atónitos en el fervor nocturno
todos callados
excitados
contemplando nuestra piel con la yema de dedos dormidos
bajo los postes de la calle
la luz nocturna
los pasos entierrados
la luz de la luna
La Luna está mirándonos a todos de pie a cabeza
¡Esta es la llamada de la noche, hermanos míos!
¡La luna está de pie aplaudiéndonos con toda su luz
y pareciera que todo el bosque nos recorre por entero, amigos!
Detrás de la sombra de la luna, parémonos
bajo la luna atónita, dancemos
Nuestro movimiento torpe de caer todas las noches en el lodo
de bailar cuerpo ensangrentado
abrir la puerta y abrazar a nuestro Padre orgulloso de nuestros actos
verlo llorar
verlo llorar
verlo llorar
¡Cuánto has crecido, hijo mío!
¡Cuántos arbustos llevas en el cuerpo, campeón!
¡Cómo se cría en ti toda la semilla de la extinción!
Respira sobre mi pecho, mi amor, pequeño árbol mío
Respira toda la noche en la que muero
todos juntos respiren dentro de mi boca
otra vez
otra vez
otra vez
todos juntos quiebren los terrones de tierra y háganlos caer
Todos juntos, hermanos, esta es la danza de la noche eterna en el día de la muerte del Padre.
Todos, amigos, les repito
dejo abierto el cerrojo de la puerta y me marcho
Se apaga la luz de la habitación
Oscuridad mía: acá te dejo todos mis recuerdos mortíferos
Acá los dejo
Aquí me marcho, amigos todos,
Aquí plasmo todo el amor del Padre y su niño,
Aquí les dejo el páramo nocturno
mis fantasmas, mis olvidadas horas de llanto sobre la almohada,
mis perseverantes noches de baile lunar
mis sueños eternos entre cuchillos Padres y sangre: mi pesar
se los dejo todo
aquí dejo, en un rincón viejo les dejo, bien quietecito y empolvado
Aquí, mi amor,
Me marcho hacia la poderosa luz lunar
Yo le sigo los pies a ella, la luna
Acá te dejo, mi niño, mi pedacito de cielo
Mi hijo, mi orgullo
en ti, en ti poderosa noche, ciega oscuridad
a los sombríos entes presentes, a los grises oyentes
aquí
Aquí les dejo mi muerte.