Foto: @pauloslachevsky (detalle)
Escasez, Cansancio y otros poemas
De El agua que baja (Porlasmías, 2022)
ESCASEZ
a ojos cerrados la mano se hunde
el tacto es solo piedras marinas
es un engaño
el cementerio de conchas en la orilla
las aves de este lugar
hace tiempo que no anuncian la comida
nunca se había visto al lobo marino
competir con una lancha
pareciera que el motor
que se escucha a lo lejos en las jaulas de cultivo
filtra toda la vida de esta agua
pareciera que la red
que arrastran kilómetros adentro
filtra toda la vida de esta agua
antes había más especies
y los mariscos se recolectaban en la orilla
una historia que vuelven a contar
cada vez que baja la marea
*
De Voces a la barricada (Camino, 2021)
Cansancio
¡Adelante, con todas las fuerzas de la historia!
Miguel Enríquez
caigo con rabia
como fruto de árbol violentado
las palabras se marcan en los vidrios
el vapor llega a todo
máquinas y cristales
se quiebran en armonía con las mismas palabras
toda gota que no entró a la boca
toda gota que cayó fuera del vaso
eso fue nuestra poesía
creía que las marcas en los vidrios
eran solo para dibujar símbolos
nombres pegados entre sí
pero eran señales que se iban con el tiempo
regresaban con cierto ángulo y luz
el mismo ángulo de visión que daba a la calle
la grasa de nuestra mano quedó intacta
ahora era cargar un poco más el dedo
todo sería trizas y un mensaje en el aire.
*
Esto no ha terminado
Levántate y mírate las manos
para crecer, estréchala a tu hermano
juntos iremos unidos en la sangre
hoy es el tiempo que puede ser mañana
Víctor Jara
la respiración propia se escucha más fuerte
que los disparos
que las caídas de piedras y los gritos de guerra
por momentos parece una película épica
no hay margen de movimiento
estamos todos apretados detrás de los escuderos
latas de tiendas comerciales arrancadas
maderas, cartones, tarros de basura
desde ahí
donde suena el metal golpeado por los perdigones
lanzamos piedras, gritos
fuegos artificiales, pintura y fuego
suenan los disparos
suenan las sirenas
nos envuelve el gas
se ve el arcoíris entre el gas y el agua
más gritos, sangre, heridos
¡No retrocedan, no corran! ¡Ahora, todos!
¡Los camotes desde más adelante, cuidado con los escuderos!
el gas no deja respirar
respirar se hace urgente
y por segundos es lo único que logras escuchar
estás enfermo de la peor gripe pasajera
pero la primera línea gana tiempo y espacio
cordeles de metal cruzan los árboles
y junto al cemento impiden el paso
los obliga a salir y a disparar más perdigones
las piedras como si fueran frutas
llegan en bolsas de feria al frente
¡Aguanten la línea! ¡Acá hay más para los honderos! ¡Que avance la línea!
¡Enfermeros! ¡Más adelante! ¡Bicarbonato! ¡Es agua nomás! ¡Ahora!
suena la trutruca y se escuchan los gritos de guerra
emulando ruidos de primates
mientras la radio Plaza de la Dignidad
toca Gimme tha Power desde uno de los departamentos que dan a la Alameda
miramos el cielo
y vemos lacrimógenas caer como meteoritos
que raspan los muros de los edificios
y entendemos que hace rato dejaron de pasar
estrellas fugaces a las que pedir deseos ingenuos
las estrellas fugaces cayeron al cemento
y solo pensamos en extinguirlas
y el olor a tierra mojada
ya no nos trae los recuerdos de la infancia
sin saber un nombre todos estábamos ahí
cuidándonos
apoyando a los heridos
fui uno
y evitamos durante el tiempo que pudimos
que avanzaran hacia la Plaza de la Dignidad
pudo llegar la noche
los fuegos artificiales y los láseres
pudo llegar, por momentos, lo que parecía un carnaval
algo real que celebrar
quizás
eso era
lo que anhelábamos.
11 de septiembre
por cada unx somos miles
con la intención de prender en su memoria
la vela más grande que se haya visto
una velatón con camión lanzaguas de llama verde
no descansarán en paz, Colorina
les llegarán las cenizas que entre saltos se levantarán
a donde sea que estén sabrán de un uniforme quemado
del aroma de una olla común en lugares
que fueron su último paradero
cenizas y aromas en el polen
neblina camanchaca vaguada costera viento blanco
viento raco
ceniza en verde
ceniza en desierto
donde sea que estén
están invitadxs a esta fogata
y baile entre piedras y agua
en todo río
todo mar
todo valle
todo escondite que les haya visto
*
22 de octubre
bala pero dicen paro cardiorrespiratorio
bala pero dicen asfixia en la bodega de Kayser
tapan cuerpos con cal
si nada hubiera pasado serían más voces pero están
en cada hilo de sangre y saliva
en cada lágrima e inhalación
de polvo y gas
nos movemos como espías
con las manos a la altura de los tobillos
disminución de estatura para achicar su tiro al blanco
negros moscas sobre lo podrido
antes de un silencio que espera
la caída de las bombas lacrimógenas
el brazo es la imitación de un látigo
la mano vuelve a tener los cayos
de quienes vivieron murieron
trabajando en la tierra y dentro de ella
*
Inéditos
Temporal
Llegan imágenes de multitudes en las calles
donde sequé alguna vez mi ropa
los sonidos que recuerdo se vuelan con gotas horizontales
y el ruido de las planchas sueltas del techo
no quiero que la paz que trae este temporal
me aleje de la idea de un casco en el fuego
acá la vida también salta y se ahoga fuera del agua
a donde vayamos no bastan los paisajes
ni el silencio tan parecido al ruido
todas estas aves de las que aún no aprendo el nombre
vuelan escapan
y nosotros no sabemos cómo hacer eso
*
Vísperas del 18 de octubre de 2022
dos niños juegan
se disparan con las manos
ninguno cae ni deja de dibujar el arma
es que a esa edad
no hay tantos significados para la muerte
comienzan a caer las primeras gotas
lo habían anunciado en el tiempo
aunque aquí no importe
el pasto de esa plaza se vacía
para solo recibir caídas en pequeños golpes
mirar solo
es intentar encontrar compañía en los ecos
y significados erróneos en las cosas
un vacío donde se escucha
el ruido de las flores al romperse
solo veo palabras en el agua que día a día
cubre y vuelve a describir la forma de las rocas
se trata de buscar metáforas en las miradas de otras personas:
saber qué nos pasó
nuestra esperanza dura como los glaciares
ahora se derrite
y la rompen con maquinarias gigantes
y espero que esas manos que solo se movían
al ritmo del sonido en juego
de la muerte
mañana no carguen el peso de un fierro
entregado por el enemigo
¿en qué momento a la risa comenzó a importarle todo lo que dirán?
¿en qué momento desapareció el gesto cómplice, acompañado de nervios y certezas, que se mezclaba entre una multitud?
de noche el silencio
todo este nuestro gran silencio
nos hace despertar con más cansancio que ayer
*
Encierro
veo el mar en las olas de un colchón viejo
o un desierto
la neblina una cortina deshilachada
el sol solo en los reflejos de un lago:
una ventana que agradezco permanezca cerrada
el encierro transforma los paisajes en sueños
las calles parecen libres
de lo que nos trajo aquí
un río saqueado se reconoce
por la ausencia
de ruido
*
Costanera de Puerto Montt
pareciera que podemos oírlo todo
y que el cielo nos escucha
espera a que no digamos nada
y ser invisibles a quienes caminan
unos metros más atrás
desde rocas que separan a la ciudad de las olas
el frío del viento nos acerca al fondo marino
y nos confundimos entre las sombras
de embarcaciones estacionadas
donde es una ilusión que existe tiempo para dormir
no sabemos de quién serán las primeras palabras
pero aparecerán
porque siempre hay algo que interrumpe el silencio
y mañana
será otro día de trabajo
el cielo será morado en otra tarde
cuando haya tiempo para esperar la noche
sin necesidad de imaginar
ese reemplazo en las luces
y caer en el error de querer explicar lo que observamos
como todo paisaje o fenómeno nuevo
algo más para decir que solo un adjetivo de belleza
ante un color que en mi vida lo veía rojo
las aves vuelan unos metros más adelante
sobre el agua
se alejan de la ciudad
y del nuevo centro comercial de incontables pisos
hoy un símbolo visual que estará en las postales de la costanera
por eso la vista en la imagen de una silueta de cormorán
cruzando en segundos las islas
en un silencio
que no es alcanzado por las luces
desde aquí y aún sin palabras
quizás
ya sea el momento de irse
dirigir la vista a otra escena
a falta de tantos otros atardeceres.