Fronteras del cine chileno
¿Qué hace Ramiro Orellana en la portada de una publicación sobre investigación de cine chileno? Más bien, ¿Quién es Ramiro Orellana en Enfoques al cine chileno en dos siglos? Orellana, protagonista del largometraje La Frontera de Ricardo Larraín, es un profesor de matemáticas relegado durante la dictadura de Pinochet a un sitio de amenazante naturaleza en el sur de Chile, conocido como La Frontera. Dicho de otro modo: Ramiro Orellana vive excluido en una zona llamada La Frontera y es también la portada de un libro sobre cine chileno. En esta localidad encontraban las primeras resistencias del territorio español en la zona del Bío-Bío cuando Chile era todavía una Capitanía General. La frontera (no como lugar, real ni ficticio, sino como idea) es una división entre dos partes, es un enfrentamiento, pero también es un encuentro.
Enfoques al cine chileno en dos siglos, es un libro que reúne 21 textos presentados en el Primer y Segundo “Encuentro de investigación sobre cine chileno” que abordan los múltiples ámbitos de la realización audiovisual y recorren el cine nacional desde sus inicios hasta nuestros días. Como bien plantea en su introducción, Mónica Villarroel, coordinadora de la publicación, un tema transversal en gran parte de los escritos es la memoria. En su mayoría, las investigaciones de los trabajos publicados se concentran en películas filmadas en el periodo 1960-1990, o bien, en películas que abordan historias referidas a este periodo, y más específicamente al gobierno de Salvador Allende, la dictadura militar y sus consecuencias generales y particulares en Chile.
Orellana, visto así, es una consecuencia particular de sobrevivencia, confinado y aferrado a su memoria. Sin embargo, ese amparo en la memoria se fragiliza en la escena en que su mujer, su hijo y un ex compañero de lucha lo visitan y en un distante diálogo sostenido desde un lado y otro de un río, comprende que lo que había confiado en su imaginario político, social, pero por sobre todo emocional, no se corresponde con la realidad. Este es el momento en que el rostro de Ramiro Orellana escapa de la película y se convierte en una imagen que materializa la portada de Enfoques al cine chileno en dos siglos. En el film, Orellana llora porque supone que su mujer ha hecho otra vida, porque su ex compañero de lucha promete sacarlo de ahí en un vano y desinteresado grito. Pero, ¿por qué llora Orellana en la portada del libro? ¿Hay desesperanza en Orellana respecto al ejercicio fílmico chileno? ¿Frustración o ilusión?
En Enfoques al cine chileno en dos siglos son los autores y la voluntad de publicar este texto los que expresan la resistencia del paisaje cinematográfico chileno. Resistencia desde la crítica, la estética, la historiografía o la sociología, materias, sin duda delimitan, las fronteras del cine chileno. Una de las fronteras tiene que ver con las identidades de género propuestas como el rol de la representación masculina frente a los utópicos escenarios políticos planteados en La batalla de Chile de Patricio Guzmán y, por tanto, la exclusión de las mujeres como sujetos de representación en uno de los textos más lúcidos y atrevidos: Temporalidades y masculinidades frágiles en la UP de La batalla de Chile de Carl Fischer. Esta actitud adoptada en el documental se conforma frontera en la medida que legitima al hombre por sobre la mujer en el proceso político y social de la Unidad Popular, además de ridiculizar y relegar a un segundo plano las intervenciones de las mujeres, articulación elaborada, concretamente, con la femineidad burguesa.
Otra propuesta interesante de frontera es el campo para el desarrollo de una crítica. En el texto (Des) Articulaciones críticas para un campo de estudio el crítico Iván Pinto esboza los elementos que condicionan la existencia de las “posibilidades” teóricas del cine en Chile. En este sentido, apunta a la privatización de los espacios y las políticas culturales, del mismo modo al resguardo bajo el proteccionismo estatal de las prácticas culturales; al autoritarismo de los medios de comunicación y sus líneas editoriales; al retroceso de la academia y a la amenaza del contexto posdictatorial. Pero también sugiere estrategias entorno a las oportunidades que entrega internet para afrontar estas amenazas: la conformación de comunidades; proponen formas que superan la reseña; hacer cruces entre la crítica, el saber y la academia y descentralizar los tipos de cines que se critica.
Así, en la escena antes mencionada, el profesor Orellana le canta el himno del Club de fútbol Universidad de Chile a su hijo, para saber si todavía lo recuerda. Al no encontrar respuesta en su hijo y creyendo que no lo recordaría, se da vuelta para regresar a su destierro, pero su hijo continúa las estrofas del himno y termina la escena. Es a través de su hijo que Orellana de manera fugaz recupera algo de un tejido que suponemos es su historia y fueron sus convicciones. La imagen del río, gritar de un lado a otro de La Frontera, puede ser el espejo donde se define una imagen posible del cine chileno.
1 comentario
La Reseña es como un teaser de lo qeu se quiere decir, quedé con gusto a poco,…
Lo otro es que la imagen de la tapa del libro no es el de la que hablas,… en esa Ramiro Orellana estaba con su inolvidable jardinera de hule amarilla y chaleco chilote,… tremenda escena , ícono de nuestra escuálida filmografía, junto con el patético y solitario baile de los curados. Dos grandes aciertos de Larraín en un mismo film, y que ciertamente se entroncan con tus comentarios.