Grial del ojo imaginario

El escritor belga Jean-Louis Lippert se encuentra en Chile. Conocido anónimamente por su interrupción a Lacan en una conferencia en la Universidad Católica de Bélgica en 1972, Lippert ha venido a participar de dos conferencias sobre su trabajo literario. La próxima actividad tendrá lugar el lunes 16 en Valparaíso, en el Auditorio de Humanidades y Educación, Serrano 546, a las 18:00 hrs.

A continuación, su más reciente articulo difundido.

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Grial del ojo imaginario.

La mano invisible del mercado se ha apoderado de todos los cráneos.

Dos dedos que surgen por las órbitas, un pulgar por la boca, repliegan sus garras sobre la unidad monetaria en función de la hostia sacrificial a Moloch, cuyas autoridades son de exclusiva trascendencia…

Salta a la vista que la escena fue una Cena; y que las migajas vertidas por un despeinado vagabundo de las calles en el jarro del conferenciante lo fueron, así como en un vaso, con el miedo de los fieles agrupados alrededor del Sumo Sacerdote para una comunión ritual. ¿Pero por qué el oficiante habla, después de la fuga precipitada del profanador en un auditorio universitario de Lovaina, aquella lejana tarde de Octubre del 1972, de «Jerusalem celestial”?

La mitad del establishment cultural belga se encontraba presente, la otra mitad no lo recuerda. El mendigo de las calles ya caminaba entre los escombros de un Grial que creíamos al alcance de la mano: el del sueño de una cosa de la que hablaba Marx, que precisa Rimbaud, haciendo brillar el ojo de un raro fragmento de aquellos años. Pero fue lejos del corte a los labios. Blasfema transmutación del arcaico caldero mágico, luego del cáliz de la Santa Mesa en el cuerno de la abundancia neocapitalista: recipientes prometedores de una plenitud que explota en un haz de sangre tirados en las venas de todos los continentes – ¡Especialmente en Chile !…

¿Mediante cual intuición el orador evoca una Jerusalem celeste, o según su mística resplandecería el cáliz divino? Esquirlas que serían herencia, a propósito de la cual habría que explicarse un día en Santiago de Chile…        

Ya que un grito primitivo comparable al del nacimiento, llega impulsado desde los 20 años. Tal tarde de octubre de 1972, el recuerdo queda grabado en películas, imágenes y sonidos que circulan gracias a los electrones. Esos viejos fragmentos de voz de hace casi medio siglo, han llegado al país vecino de la Tierra del fuego, el filósofo Rodrigo Gonzalez sacaría un libro llamado : Lacan y un situacionista…

De hecho, la búsqueda caballeresca del grial llevaba entonces ese nombre bárbaro, heredero de los movimientos gótico, barroco, romántico, simbolista, surrealista ; y si la Esfera Convulsivista(1979) se quisiera el continuum crítico, no reniego el día de hoy a Raoul Vaneigem, ni de Noël Godin, ni de Rudi Renson y Roland Rom, ni de André Trillaud, ni Henry Lebègue, ni de Michel Wauthoz –quien es, vencedor indiscutible en su disputa con Andy Warhol, y quien sigue siendo a través de las décadas mi aliado más cercano. En cuanto a esta galaxia para-situacionista, ¿Cómo no estar siempre encandilado por el astro más luminoso que han visto mis ojos Jaime Semprun (hijo del célebre Jorge, por tanto, en aquellos días desconocido entre un amplio público…)?

Los cráneos hacen mejores cortes de lo que podríamos creer, cuando vienen a Moloch las ganas de un trago. Por supuesto tiene que haberlo vaciado de su cerebro para dar de beber a vuestra sangre. Lo Mismo que hizo del Ojo un Grial en el cambio de los sesenta. Esta máxima, devenida común, según la cual es más fácil pensar el fin del mundo que el fin del capitalismo, se confirma por el hecho que está prohibido pensarlo verdaderamente. ¿Quién osaría comprender como inherente a un sistema contingente la obsolesencia programada de su cráneo – vale decir de la humanidad?  ¿Quién osaría argumentar que, puede ser que este no esté aún del todo nacido, por qué no darle una pequeña oportunidad dejando brillar al ojo imaginario ?… 

Es una experiencia inédita, para el antiguo vagabundo de la calle, de ser invitado a presentar su lectura del mundo aédico en Santiago y Valparaíso, en donde los Chicago Boys hicieron un laboratorio para Moloch. Cuando el arte y la literatura son gestionadas como parques de atracción, el aedo es aquel que capta las informaciones esenciales en la bruma tóxica de las poluciones visuales y sonoras, en donde el Valor se apropia de toda Palabra por la gestión de energías materiales. Así el vago de las calles no creía en el espejismo de una sociedad burguesa armoniosa y reconciliada, cuando hace apóstrofe a Lacan el 12 de Octubre de 1972…

Hay que precisar que a lo largo de casi medio siglo, ¿No debió su supervivencia más que al amor y la fraternidad, e incluso a los hurtos y a la mendicidad? Su escritura mediante los actos está desplegada en el acto de escritura, en una visión global que autoriza a aplicar al Logos una grilla fundamental que lo reparte, en el psiquismo humano, según las modalidades de la fe, de la razón y de la imaginación. Lo mismo que hizo del Ojo un Grial a finales de los sesentas. Trinidad estallando en pedazos en el modelo binario del mundo regido por Moloch. ¿En que todas las crisis contemporáneas corresponden a una exacerbación de irresolubles demencias entre fe sin razón y razón sin fe, la una y la otra privadas de esta mediación que es el Ojo imaginal sumido a la violación propia de una colonización sin precedentes? Es lo que pretende dilucidar Destino estelar de la palabra…        

¿Qué ambición más grande para un ser vivo que la de abrir su cráneo a las voces de los muertos, con el fin de hacer presente su ausencia al punto de brindar una inspiración que, venida la hora de expirar, hará que la presencia de su ausencia puede ser vital para ciertos mortales que vendrán mañana?…

Saludos por tanto a Jacques Lacan, Louis Aragon, Hector Bianciotti, Ernesto Sabato, Aimé Césaire, Edouard Glissant, Abdelwahab Meddeb, Claire Lejeune: encontrados el día de ayer, y hoy hablando mediante mi boca!