La poesía de un eterno caminante
“Rojas nació a la poesía siendo ya un poeta”, acuñó tempranamente Salvador Reyes.
El descubrir una poesía terrenal en donde el transitar por la vida se refleja en los versos añejos de Manuel Rojas, es sin duda abrir una puerta hacia el pasado, mientras los sueños y las libertades caminan juntas sin que nadie las aplaste.
Gracias al poeta José Domingo Gómez Rojas penetra el mundo de los versos y las rimas, esta poesía libertaria y social que rodea el tiempo y espacio de la primera mitad del siglo XX en Chile, que inicia una batalla poética en donde Rojas, también fue un luchador. Este año, en donde los recuerdos se hacen más certeros surge la poesía del caminante y bohemio escritor. Su voz viene en el viento. Poesía reunida de Manuel Rojas, que publica LOM Ediciones, constituye el grueso de poemas escritos por Manuel Rojas desde 1913 hasta los últimos años de su vida, siendo el amor y el viaje sus temas esenciales.
Tonada del Transeúnte (1927), Deshecha Rosa (1954), más otros poemas dispersos, encontrados en distintas revistas y diarios anarquistas, dan forma a este compendio poético que nos entrega los inicios y un “lado b” de su lírica, impostergable.
Su escritura poética está formada con una libertad sin igual, en donde las formas son variadas y las imágenes inquietan el pensar. Los sonidos del ritmo literario se hacen música al trasladarnos a lugares inhóspitos y marginales. Es así una poesía ruda y melancólica teniendo el amor como una pieza clave de esta partitura.
Su poesía, diremos, puede resumirse como un proceso de escritura en que el recorrido se une con la experiencia y la belleza se mezcla con la vida y la muerte. En donde las ideas se hacen presente junto a la concepción del hombre libertario y las utopías se construyen en los versos nostálgicos que se mueven gracias a los vientos cordilleranos que llegan, inevitablemente, al mar.
Es Rojas un poeta perdido, un vate que nos anuncia su llegada. Este es su retorno.