Malos Versos - Carcaj.cl

Ilustración: Bodegón con gato y pescado (detalle), Jean Baptiste Siméon (1728)

22 de septiembre 2024

Malos Versos

por Marian Ramentol

MALOS VERSOS, UN LIBRO OBJETO EN SU VERSIÓN DIGITAL, por Marian Raméntol

En su formato original,  el libro  se presenta en un formato rectangular conformado por una caja de cartón negra, cuya mutación exterior e interior ha permitido que la visión plástica de la palabra encontrara un lugar distinto.

Malos versos viene a ser una antología plástica de la obra poética de la autora comprendida entre los años 2008 al 2013, de la que tan sólo existe un ejemplar y que ha sido concebida como un poemario-arte, es decir como un libro de artista.

En su formato original, los materiales empleados para su confección fueron: tinta y acrílicos sobre papel. Otros materiales: papel textura, cartulinas, esponja, cartón, botones de madera y cintas (todo el material es reciclado) Contenedor: caja de cartón de 18 x 9 cm en negro. Continente: 22 poemas en diversos formatos. Tanto las pinturas, la manipulación de todo el libro, como los textos,son obra de Marian Raméntol.

En este artículo se ofrece una pequeña muestra del libro, la obra completa está disponible en formato de libre descarga en la editorial de la Plataforma Cultural La Náusea.

* *
*

Si quieres que te invente, 
lo haré donde los sueños se levanten pronto
y silben las hazañas del láudano en tus labios, 
porque tú
has sido un niño hostil desde siempre,
con los ojos empalados por la ira
de un dios que no entendías
y que nunca dejó
que el éxito del miedo
se lanzara contra la toponímia
de los puentes y su espalda.

Si quieres que improvise,
quédate allí donde jugarte el nombre,
no signifique arrojarte
en brazos de la clandestinidad,
exageradamente liviano 
o muy muerto, o tan loco, 
que llamarte sea tan solo 
una cuestión de sarcasmo.

No olvides que para reciclar 
la materia prima de las primaveras 
hay que limpiar primero 
el rumor de los desechos.

*

Mi muerte se ha fumado un cigarrillo en la barra suicida del bar
mientras me hablaba de la invitación 
apremiante de los años, de la ausencia domiciliada
en el papel y de su extraña manera
de apagar la luz, sin riesgos
eléctricos en los paréntesis de la sangre.

Quizá estoy en deuda con el viento
y mi intuición haya olvidado la letra
de mis baldosas anárquicas, 
porque curiosamente, he enrollado
la urgencia del verde en la ventana
y mis mamos han decidido hacer
de la acera su único horizonte.

Una mirada larga a mis espaldas
respirando la timidez del día
y la infinita distancia de mi nombre.

*

Estar en el centro de otra noche,
donde la espina dorsal del universo
se contrae hasta parecerse sospechosamente 
a la raspa que persigue el gato para desayunar.

Una lluvia de agua con gas
como un viaje delirante 
por la sonda que alimenta las neuronas de azufre
y, de repente, estoy en el centro de otra casa, 
ronca y de ojos muy cansados, 
con otras ecuaciones en el pecho, 
desembocaduras de terremotos 
que cruzan a nado
la cama.

Con el sueño desgastado, 
pasa el aire sin memoria 
sobre la inicial de mi cuerpo.

*

Duele desde el tejado, 
el lamento en carne viva nos observa,
con sus brazos de pétalos negros
y ese aroma inconfundible
que consigue la costumbre, 
enmudece para hablar de sí mismo
y acaba doliéndome, también a mí,
el rigor de sus batallas.

Hilo, ovillo, bobina de palabras secas.

Los niños muertos
juegan al escondite
con el tiempo vacío, 
su colección de cromos 
y un montón de canicas
que ya no tienen prisa.

No tenemos madre, no somos más
que carne cerrada y ese pozo inhóspito 
amenaza desde hace dos tardes 
con vómitos de negra cabellera, 
olvidos de almizcle 
y tragedias de azules infinitos.

Alguien me dijo una vez 
que siempre es demasiado tarde 
más allá del silencio.

*

SIN LENGUA, SIN NARIZ ACRIBILLADA Y SIN ALIENTO

Te doy un millón por tus ojos infractores
taxativos en su apuesta por la sangre,
por un clarín en la acera
que nos dice adiós desde el fondo de su enfermedad, 
desde los secretos 
quemados sobre el labio, desde la lucha armada 
de un manojo de palabras que nos peina 
y nos protrege.

Al otro lado del versículo
mi pecho inapagable
se pinta la cara con cenizas 
en la réplica pulcra fe la torpeza, en un simulacro
de cartón donde la lívido de la fe
apunta al cielo del paladar y lo revienta.

Soy tan furtiva como esa mirada de gato
por la que vendería el alma,
esa fiebre que mana a borbotones 
cuando la noche me abre el vientre y me desordena,
cuando quiero volar 
pero mis muñecas no me dejan
y unas zarpas
abren la jaula dejándome sin lengua,
sin nariz acribillada y sin aliento.

Barcelona, 1966. Artista multidisciplinar que aborda la poesía, traducción, música, fotografía y cinematografía. Directora de la Plataforma cultural La Náusea. Ha publicado diecinueve poemarios y ha sido incluida en dieciséis antologías. Ha sido premiada en diversos concursos nacionales e internacionales, y su obra ha sido ampliamente difundida en revistas especializadas donde ha publicado poesía, ensayo y artículos de opinión.

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