Poema de acción de gracias

Escúchame señor te agradezco
porque mis ojos arden
con el fulgor de las pantallas
y en mis oídos resuenan los comerciales
de las grandes corporaciones
que pregonan la libertad de elegir
y le ponen letra chica
y alto precio

Escúchame señor te agradezco
porque hasta me pican las manos
me entra el espíritu navideño de Ripley
y quisiera salvar a tus siervos
de las llamas de tu hoguera
No es el fuego de la memoria
es el fuego de la crisis que arrasa
con distinción de clase, género y origen

Escúchame señor te agradezco
por enseñarme a caminar siempre
mirando el suelo
Así me quieres
como un cordero que simboliza el martirio
                                 el sacrificio en tu nombre

Escúchame señor te agradezco
las grandes torres de vidrio y concreto
las procesiones de hordas
a los mercados del consumo
donde compartimos
este pan sacro de plástico
y el vino es la sangre de todos
de los consumidos
de los consumidores
de los consumistas
Gracias por darle
a nuestra larga y angosta faja de tristeza
nuevas costumbres

Escúchame señor te agradezco personalmente
porque soy tan consciente de mí misma
y de los pliegues de mi ombligo
porque por fin abrazo mi individuo
y dejo de preguntarme: ¿dónde están?, ¿dónde están?

Escúchame señor te agradezco
porque el diablo es magnífico
y hasta tiene una torre que brilla
como el lucero de la mañana
que desterraste de tu feudo celestial

Dime: ¿quiénes son tus hijos?, ¿quién se sienta a tu derecha?, ¿también exiliaste al tipo que echó a los mercaderes del templo?, ¿no era más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja a que un rico entrara en tu reino?

Escúchame señor
yo conozco a tus hijos
son unas bestias humanas
que extraen y acaparan las riquezas
Son ellos
los que nos han traído hasta aquí
Son ellos
los que levantaron esa torre

Escucha:
Tus hijos
son genocidas
Tus hijos
inventan guerras y venden las armas
Tus hijos
plantan satélites artificiales en el cielo
arrancan árboles de la tierra
envenenan el aire
e interrumpen el curso de los ríos
Tus hijos
crecen y se expanden
predicando tu palabra.