RATA CONTAGIOSA - Carcaj.cl
03 de mayo 2020

RATA CONTAGIOSA

por Eliana Hernández A.

1.- Cristian es médico, entra al departamento muy agitado; en el interior, Javier termina de guardar unos papeles. Se asusta, pero al comprobar que es su pareja quien acaba de entrar, respira. 

CRISTIAN Subir doce pisos después de un turno de 24 horas es el mejor broche de oro para terminar el día. Quiero una cerveza.

JAVIER Yo quiero un masaje en los pies, pero estoy seguro que tú no me lo vas a dar.

CRISTIAN Dos cervezas y lo pienso. 

Javier se levanta, se dirige a la cocina, vuelve con dos cervezas, cada uno abre la suya, hacen un “salud” silencioso, Cristian toma la suya y bebe largamente.

CRISTIAN ¿Estuviste haciendo aseo?

JAVIER Todo el día, como esclavo.

CRISTIAN Hay olor a limpio.

JAVIER Es un poett nuevo, aroma a “Brisas de hospital”. Parece que tenías sed.

CRISTIAN Desde que llegué al hospital que estaba pensando en las cervezas que dejamos en el refri y en lo heladas que iban a estar cuando volviera. 

JAVIER No te esperaba todavía.

CRISTIAN No, viste que te dije que tenía turno de 36, pero no. No sé dónde tengo la cabeza, a veces estoy haciendo una cosa y de repente miro y como que se me olvida cómo hacerla… o no sé… dejo el teléfono en cualquier parte y así…

JAVIER Ah, eso explica por qué te devolviste ayer.

CRISTIAN ¿Cuándo?

JAVIER Ayer. Te fuiste y al rato volviste…estaba súper cansado, así que ni me moví, pero te sentí revolviendo cosas.

Silencio

CRISTIAN ¿Te das cuenta? No me acuerdo de eso… (Suspira).

JAVIER No importa, quizás lo soñé (le acaricia el pelo).

CRISTIAN Pero ya se va a normalizar todo. (Se abrazan)

JAVIER Me gusta tu olor.

CRISTIAN ¿Por qué? 

JAVIER No sé, me da… seguridad… siento que si me resfrió, tú siempre vas a poder darme paracetamol. Si me duele la guata, me vas a preparar la mejor agua de hierbas del mundo y si me hago una herida… siempre vas a tener un parche curita para ponerme.

CRISTIAN Me acabas de degradar a enfermera de colegio público.

JAVIER Fue un piropo. ¿Hagamos pizza?

CRISTIAN ¿Tenemos con qué?

JAVIER Tenemos.

CRISTIAN Dale, ¿qué hago yo?

JAVIER Sentarte y descansar.

CRISTIAN No, quiero ayudar…

JAVIER No necesito ayuda para hacer una pizza.

CRISTIAN ¿Qué te pasa?

Silencio

JAVIER Me pasa que quiero que me dejes atenderte. Vienes de salvar al mundo, es lo mínimo que puedo hacer.

Javier se va a la cocina, Cristian se sienta, en el sillón más cómodo de la sala, toma su cerveza, mueve el cuello lentamente, fija la mirada enfrente, al lado de la tele una jaula vacía. 

CRISTIAN ¿Javier?

JAVIER Dime

CRISTIAN No está Clemente.

Silencio

JAVIER ¿Cómo no está?

CRISTIAN No está. La Jaula está abierta. Cuando llegué algo me faltaba pero lo dejé pasar… ¿Dónde está?

JAVIER No sé

CRISTIAN Cómo no sabes, estas todo el día en la casa… ¿no te diste cuenta?

Silencio

CRISTIAN (Cada vez más molesto) ¿Qué pasó? Javier, contesta, que ando súper corto de genio.

JAVIER Lo solté.

CRISTIAN ¿Lo soltaste?

JAVIER Sí. 

Silencio

CRISTIAN Mi mamá nos regaló al Clemente cuando nos vinimos a este departamento y tú, ¿lo soltaste?

JAVIER Perdón.

CRISTIAN ¿Por qué?

JAVIER No me gustaba verlo así…

CRISTIAN ¿Así cómo?

JAVIER Enjaulado.

Silencio

CRISTIAN Podríamos haberlo conversado, ¿no te parece?

JAVIER Había estado muy inquieto, mordía los barrotes…se pegaba con el techo y cantaba como pidiendo ayuda… Perdón…

Silencio 

CRISTIAN El Clemente, es muy importante para mí, Javier… Y ahora no está por tus ataques de Greenpeace. No le faltaba nada, Javier, nada; el pájaro era feliz, cantan de felices y a veces chocan con la jaula porque son torpes, pero mira esa jaula, es enorme, no le faltaba espacio. ¿Qué va a hacer allá fuera solo? Esos pájaros no pueden ser libres, no están hechos para estar en el exterior, no saben vivir así, no saben buscar comida, no saben nada (Tocan la puerta fuertemente, Cristian se detiene y con voz fuerte responde) Ya voy (A Javier) La cagaste, la cagaste medio a medio. 

Cristian abre la puerta, afuera no hay nadie, solo un paquete en el suelo, es cuadrado, del porte de una caja de zapatos, sobre la tapa lleva escrito “VAYANSE”, Javier se percata y se la quita rápidamente.

JAVIER (Nervioso) Es para mí, es un juego que tenemos con los chiquillos, como no nos podemos ver, nos vamos a dejar cosas así…

CRISTIAN Javi, pásame esa caja (Silencio) Pasamela… 

JAVIER No. 

Silencio

CRISTIAN Entonces ábrela.

Silencio 

JAVIER Cuando nos vinimos a vivir juntos… pensé que a alguien podía molestarle: Dos hombres de la mano, riéndose  por los pasillos con total impunidad… pero no, no pasó y con el tiempo entendí que habíamos elegido un buen lugar para vivir. Pero hace una semana empezaron a llegar mensajes, al principio por debajo de la puerta, después pegados en la puerta.  Los vecinos no nos quieren aquí.

CRISTIAN ¿Pero qué les puede importar que seamos pareja?

JAVIER No les importa. Les importa que eres médico y que atiendes gente contagiada. Creen que estamos contagiados, que los vamos a enfermar. Dicen que es por la comunidad, que también tienes que cuidarlos a ellos, que hay lugares donde reciben a los médicos. Que si te sigues comportando como un hijo de puta van a tomar medidas.

CRISTIAN ¿Por qué no me dijiste?

JAVIER Porque pensé que estaban exagerando, que era un delirio de un par de viejos paranoicos y que se les iba a pasar… hasta que me dijiste que no te acordabas de haber vuelto ayer en la mañana…

CRISTIAN ¿Qué hay en la caja?

JAVIER Te fuiste y al rato se abrió la puerta, sentí como revolvían los papeles, movían cosas… el Clemente estaba súper inquieto…Sabía que no eras tú, pero quería pensar que eras tú… ¿Qué se te quedó? Dije fuerte…y se fueron… cuando me levanté, estaba la jaula vacía y la ventana abierta y había mucho olor a cloro en el piso. 

CRISTIAN Tenías que habérmelo dicho.

JAVIER No quería que te dieras cuenta… no es justo. 

CRISTIAN Dame la caja.

JAVIER Para qué… si ya sabemos lo que hay dentro.

Cristian le toma las manos a Javier mientras éste sostiene la caja, Javier llora silenciosamente, Cristian lo mira, con mucha lentitud y delicadeza le quita la caja, la abre, dentro hay un canario muerto con todo su plumaje ensangrentado. Vuelven a tocar la puerta, ambos se miran, Javier se acerca a la puerta.

CRISTIAN ¿Quién es? (Nadie contesta).

Silencio

JAVIER Por favor, vámonos.

Actriz y Dramaturga. Cia. La T de cobre.

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