Foto: @nicolasslachevsky (editada)
Resurrección
devastación
as de luz a mediodía,
una mota de aire, descendiendo sobre mi hombro
lomerío en las vocales de un aullido
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interfaz de lo sintiente, el hambre, mi hambre
estoy en la circunstancia de mi cuerpo;
estoy en su tiempo, en su proporción, en su sueño
[la lila en un cuenco]
rodeado de estrellas
fluyo en el hormiguero de donde brotan mis pies
no hay nombres para el cansancio
nada se dilata, solo corre, en el sentido del amanecer
prados, prados, guirnaldas olvidadas; el viejo que recita santidades:
lo que dista
lo que proporciona
lo que se extiende
[todo, aquí]
en mí, solo en mí,
la carne alegre, la carne que no renuncia a su insinuación;
la carne que arrulla no una promesa,
sino la voluntad, el deseo de ésta tierra por abrirse,
por aparearse y recrearse en lo insólito del silencio
el sigilo del filo; su propio brillo se maravilla de sí,
y baja desprendido
los siglos que enfilan las tormentas:
mi espalda se araña entre relámpagos que florean
[la escucha es el principio]
vasija de sangre:
arteria de barro, el misterio de la opacidad
dúctil forma,
ecúmene que se disgrega,
ora viento,
ora albor
el frío y la luz en el fin, que vuelve como raíz de verja
no hay puertas para mí,
no hay maletas ni números,
un asiento es abismo entre abismos,
y la voz del presente es eso,
una cauda que permanece, desapareciendo
el proemio para un rostro aplastado:
el hombre arrulla la oscuridad
bajo la sombra del vestido,
el exilio de mi memoria
a r d e ;
quedan solo barricadas de uñas rotas
y me dejo caer; no necesito responderle
a la sincronicidad de las palabras
// ni un futuro, ni una prioridad de muerte en las ventanas de casa //
tengo la vista del té hirviendo en mis muslos:
gacelas perdidas en el éxtasis de moverse y no encontrar
ni verbo ni imagen, solo piel caliente, que gime contenta
centro y suburbio,
huracán de satélites precipitándose en su ojo
[el vacío sin apóstoles]
cielo de palabras irritadas,
todo el disfrute de las grietas;
en mí, las flores y los ríos,
en mí la lluvia de vino solar
| contemplación y evocación de una vida liberada de sí misma |
un círculo enrojecido:
no hay retorno para mí, solo unos párpados devotos de la nada
[éste que no se siente bienvenido
en las inercias de las decisiones,
éste que se nombra sutileza de las fieras,
camina entre hormigas]