TRES POEMAS DEL LIBRO “AERONÁUTICA” - Carcaj.cl
15 de junio 2020

TRES POEMAS DEL LIBRO “AERONÁUTICA”

por Eduardo Serrano Velásquez

De este lado del atlas  

Partículas radioactivas  
estallan en el aire gélido  
del amanecer,   
pegándose a los cuerpos  
que engullen delicadas  
descargas eléctricas,  
mientras atraviesan  
la carretera muerta 
a gran velocidad. 
De este lado del atlas,  
intercambiamos destellos  
y suaves electroshock  
con la punta de la lengua,  
cuando atravesamos  
entre los edificios  
de ventanas vacías  
donde todos  
somos anónimos.  
De este lado de la posguerra, 
con agujas y tinta negra,  
nos marcamos las costillas   
con una calavera  
de ojos elípticos  
y una escafandra roja  
mientras volamos y disparamos  
al mismo tiempo  
por las avenidas líquidas.  
De este lado de la posguerra  
caen las cucarachas muertas  
desde los ojos de los edificios  
oscuros y silenciosos  
y nosotros les prendemos fuego  
a los últimos trozos de papel  
que quedan en  nuestras librerías.

*

Luces de neón  

Un poco antes me dijiste  
que no viviríamos para siempre, 
así que no importaba entrar y salir  
una y otra vez del departamento  
con la lista del supermercado en la mano, 
no importaba si nos levantábamos o no  
de la cama y comenzábamos a vestirnos  
bajo la luz gris de junio,  
si ya habías amenazado mil veces  
con tirarte por la ventana del décimo piso.  
Así que no importaba salvo porque me lo dijiste  
un poco antes de que comenzara a hacerse de día   
y te dieran ganas de volcar el kerosene sobre los libros  
y encender la llama del soplete,  
mientras nos despedíamos abajo, con un beso,  
un poco antes como todos los días.  
Y claro tal vez ya habíamos inhalado demasiado  
el aire radiactivo del invierno 
entre cigarros y carteles luminosos,  
contagiados de plutonio 
entre pasillos y subsuelos,  
humedecidos por la lluvia ácida   
que golpeaba los techos.  
Y tal vez ya habíamos inhalado demasiado  
la hoguera de nuestros sueños rotos  
trepidando como supernovas  
o peces de neón  
en el archipiélago de la noche.  
Entonces pienso que  
nunca más volveré a verte, 
Que desde ahora estaremos muertos,  
que tal vez tomemos café sobre las ruinas  
y más tarde o mañana, probablemente,  
nos despidamos abajo, con un beso.  
Pero de alguna manera, a esa hora   
no quedará nada de nosotros  
y toda la ciudad estará destruida,  
convirtiéndose en una especie  
de samsara radiactivo,  
solo para nuestros ojos envenenados. 

*

Infrarrojo  

Yo soy el futuro abandonado  
de los cuerpos  
que se destrozan mutuamente  
en la autopista  
y chocan a la velocidad de la luz  
como una red de océanos vacíos 
estallando en el horizonte,   
antes de perderse definitivamente  
 de nuestro observatorio,  
un hangar forrado con pieles de leopardo  
e instalaciones industriales  
donde no se ven caminos trazados,   
solo una avalancha de meteoritos  
tan infinitamente pequeña  
que no se sabe con certeza  
cómo trastornan la cartografía  
que palpamos como ciegos 
en medio de la noche,  
y nuestras aeronaves  
son lo único que nos queda  
para doblar el hiperespacio  
con el espectro acústico  
de las turbinas  
y no ver nada salvo  
lo que tocamos 
con la punta de los dedos, 
descendiendo hacia los orbitales  
más internos del átomo  
para seguir la microscópica catástrofe  
que dibujan nuestros cuerpos,  
como si viéramos  
momentáneamente en infrarrojo  
a un astro de dos millones  
de masa de soles colapsando  
en nuestro propio  
mapa astronómico del dolor.

(Santiago de Chile, 1984) Escritor y Profesor. Su campo de estudio se enfoca en los espacios reales y oníricos de la ciudad, publicando ensayos en diversos medios. El 2010 obtuvo una mención honrosa en el concurso de poesía “Stella Corvalán”, apareciendo en la publicación del concurso. En el 2015 publica el libro “Mapa de guerra” por “Das Kapital Ediciones”. En el 2017 obtiene el Fondo del libro en la línea de creación literaria con el proyecto “Aeronáutica”. Y más recientemente en el 2019, ha obtenido una Mención de Reconocimiento en el concurso de poesía “Aristóteles España” con el libro “Profundidad de campo”.

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