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Pliego de Trattato delle piegature, de Mattia Giegher (1629)

15 de marzo 2021

Urraca

por Juan Pablo Rodríguez L.

Estos poemas son parte de la sección llamada Telenovela de un sueño democrático, del libro Ocho Urracas (Editorial Aparte), recientemente publicado y disponible en librerías desde marzo. 

URRACA

*

Tengo muy claro que esto es un espejo
de once sílabas o más

y que en su centro –abierto y oscuro–
yace un griterío

esto último no me deja pensar
en lo que el espejo me devuelve.

Pero supongamos que esto no sea un espejo
sino un mueble con cierta vocación
por la pantomima y el vino tinto

un mueble polvoriento en busca de amor 
en estructuras tornasoladas

ese movimiento, ese sonido, ese gesto
es incalculable y no existe 
en la enciclopedia de aves

y sin embargo se repite 
va y vuelve

lo que no me queda claro es si el espejo especula 
con nuestro cuerpo o con una imagen 
de nuestro cuerpo

desde los muros de Wall Street

que una calle pueda ser al mismo tiempo un muro
es una insensatez que no se le debiera perdonar
al capitalismo.

No se lo perdonamos. Cito: “Perdonar no equivale 
a quitarnos un cuchillo de la espalda
sino a ofrecer los hoyuelos de nuestras mejillas 
horadadas por el amor 
al amor”.

Los golondrinas van y vuelven
nunca están en este espejo

ni en el otro

tengo muy claro que en este juego simétrico 
no somos dos sino tres: 
tú, yo y el túnel

al final de la luz del espejo

otro túnel al final de la luz.

*

Pobres autómatas implumes.
Les pegó fuerte la falta de apego. 
No había necesidad.

Contadas veces podemos enumerar las caídas
acomodar recuerdos en cajas de zapatos
¿por qué al mirar un puente en construcción
se sienten incompletos? 

Naturalmente bellas o naturalmente frágiles
las despedidas endurecen la yema de los dedos.
Podrían seguir mintiendo en honor a la guerra fría.
El viento no es un discurso bien estructurado, repite el viento.

Pero digamos las cosas como son: las gotas para los ojos
no son lagrimas que secan lagrimas 
ni clavos de 8 pulgadas     ¿Eso les pasa por ser autómatas
por ser pobres o por haber perdido alas y plumas
echándole llave a mitologías frágiles?

sus micro sueños dan un poco de pena 
interpretan a casi todo el mundo, eso sí.
Alguien se lanza del séptimo piso y nadie llama a nadie
nadie lo vio, o esto mismo a escala mínima
no hay necesidad de correspondencia.

En cualquier caso nadie oyendo o nadie llamando a nadie
no es abandono, es parte de
¿Qué vemos? Imágenes cercadas por muecas
de excesiva dulzura. 

La manera en que enfrentas una ruina
la forma en que abres ciertas cajas
o la puerta del refrigerador es parte de 
y dice mucho ¿Cuántos somos? 

Lúcido el que dijo que moriríamos muchas veces antes de morir primero
y la forma es lo que, en última instancia, duele. 
Llegado a este punto repito pobres autómatas implumes
su punto débil es la debilidad de sus organizaciones

el afán por hacerse daño en los juegos
ver destrucción en la pintura que se descascara
lo que se descascara es vida, un marco se rompe
para otro y lo del centro queda vacante, vaga.

Nos volveremos a ver al final del frío pasillo del supermercado
las cosas congeladas a un costado de las cosas bellas
aunque un poco cursi, su mejor tecnología sigue siendo el abrazo
practiquen eso, ¿quién inventó eso? Toda la energía contenida liberada.

Quiero que me recuerden como parte de 
un enfrentamiento llano y directo con la realidad
y sus ocultos mecanismos de dibujos animados 
aunque es menos complicado que eso: 

un esténcil de lengua y óxido
el marco, la forma
lo que queda de lo que queda
y sus infinitos juegos de palabras.

Manchas somos manchas seremos
                    en un mapa de calor
                    el sueño de la aurora será velado

Supuestamente allí terminaba esto.

Pero me cancelan una y otra vez
el vuelo
por culpa de ustedes
una y otra vez el vuelo
pobres autómatas implumes.

Les pegó fuerte la falta de apego.

*

Juan Pablo Rodríguez (Talca, 1985). Ha publicado Shanghai (Editorial Alquimia, 2015) y Sobre el movimiento de las estrellas fijas (Editorial Aparte, 2018). Obtuvo el premio Juegos literarios Gabriela Mistral y la Beca de creación literaria del Consejo Nacional del Libro.

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