Videopoema: Proyecto poema pokemón
No hay nada más frágil que la solemnidad. La solemnidad, aquello que excluye la risa, mantiene todo en aquella farsa que es la seriedad, o cree mantenerlo: en realidad, la amenaza de la risa siempre asoma. ¿Pero qué pasa si aquella relación se da vuelta, si la solemnidad se da expresamente sobre el telón de fondo del humor? Este es el intento que vemos en el proyecto de Bruno Lloret y Carlos Garrido, en el trabajo cuidadoso de una de las escenas más ridículas de un video juego: luego de pasar toda una vida entrenando Pokémon, el entrenador Red se recluye en una cueva a la cual se puede acceder al final de Pokémon Gold o Silver, para batallar con él. Pero a la hora de hablarle, la única respuesta que recibimos son tres puntos suspensivos y el inicio de la pelea. En esta escena emerge el texto de Lloret, a modo de interpretación e interpelación de lo que ha sido la vida de Red y el culto a la violencia, técnica y eficiencia. Frente a esto, no más que algunas palabras, entre puntos suspensivos y dibujos que vienen a interrumpir aquel silencio que no es más que una oda a la devastación.
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