¿Y qué es: lo que trae la niebla?
Lo que trae la niebla
Autor: Marcelo Rubio
Editorial: Indómita Luz
Páginas: 65
Año: 2018
El escritor argentino Marcelo Rubio escribió su primera novela Lo que trae la niebla bajo el sello editorial de Indómita Luz, que se presentó el pasado mes de junio. Una novela ambientada en un pueblo aislado de todo tipo de comunicación, con una laguna que ha quedado seca y que, en algún momento, fue el atractivo turístico del lugar. Hasta allí llega el protagonista un periodista en busca de Ruiz, boxeador que estuvo a punto de vencer al gran Alí. A su llegada el reportero se encuentra con una serie de personajes extraños en sus actividades. Un comisario que es remisero y escribe haikus en las caras de los fósforos, una prostituta que cuida bonsáis de sauce llorones, una curandera que viaja en el tiempo y un cazador de conejos (todo aquel pueblo está rodeado de conejos). Los habitantes viven allí esperando la llegada de un barco a través de la laguna ahora seca. En ese ambiente el periodista deberá lograr saber que sucedió con Ruiz, el boxeador. Marcelo Rubio ha hecho que su ópera prima, sea un retorno al maravilloso realismo mágico, que tuvo gran acogida en la segunda mitad del siglo XX. Develando sucesos históricos de América Latina, de hombres y mujeres “lunático”, perdidos entre la vigilia y la realidad, la razón y la magia, que diariamente batallan para no caer en el fracaso y la desesperanza colectiva, y sobre todo luchan para que el desamor no gane la última batalla. O en palabras del máximo representante de este género de novela Gabriel García Márquez, para quien las estirpes condenadas a Cien Años de Soledad tengan una segunda oportunidad en la tierra. Es así como el protagonista de Lo que trae la niebla busca un fantasma, que develara su propio yo, estilo Pedro Páramo en Comala.
Además, el autor que es hijo de esa Argentina devastada por una crisis económica; que tiene las venas abiertas de esa Latinoamérica que no tiene piernas pero camina. Plantea su historia en ese marco, desde una novela breve, poética y bien escrita, que invita al lector a ese juego de la acción que se quebranta en un tiempo-espacial, y creando un final impredecible, como la vida misma.
Imagen de portada: fotografía de Paulo Slachevsky