Foto: Mariana Herrmann (@marianahhv)

20 de abril 2020

24 HORAS

por Eliana Hernández Aravena

1.-LUNES 23:15 Héctor en la cocina, Sofía en la cama. Son hermanos. Se miran de lejos, “de lejos” es una forma de decir, porque no hay mucha distancia entre la cocina y la cama en un departamento de un solo ambiente, hay desorden entre ellos, hay luz tenue y muchos silencios.

HECTOR        (Al teléfono) Sí, señorita. Recién, pasó recién…y como no hay transporte ni  seguridad… usted lo sabrá mejor que yo.

SOFIA            Dile que necesitamos que vengan ahora, el departamento es muy chico.

HECTOR        Sí, pasa que mi casa es pequeña, no tenemos mucho espacio… si, una lástima… claro…

SOFIA            Dile que tienes Asma.

HECTOR        No sé si sirva de algo, pero soy asmático…sí…de riesgo (Silencio) bueno, la espero.

SOFIA            ¿Qué pasa?

HECTOR        (Tapando el teléfono) Está preguntando… no sabe cuál es el protocolo en estos casos.

SOFIA            ¿Protocolo? No hay protocolos.

HECTOR        ¿Alo? Si, sigo aquí. (A ella) Alcánzame ese lápiz y ese papel. (Al teléfono) Si señorita, ocho cientos, ocho, nueve, cuarenta y cinco, cuarenta y cinco, sí, lo tengo todo apuntado. Muchas gracias (Corta) tenemos que llamar a este número, ahí están atendiendo estos casos.

SOFIA            Deberías usar una mascarilla para no contagiarte.

HECTOR        Tarde.

SOFIA            ¿Qué hacemos?

HECTOR        Esperar.

SOFIA            Yo podría… revisar mi propia trazabilidad y limpiar todo lo que toqué.

HECTOR        ¿Tu propia trazabilidad? (Ríe) qué chistosa, escuchaste esa palabra en la tele y ahora piensas que la puedes usar a diestra y siniestra.

SOFIA            Pienso que la use muy apropiadamente.  Es totalmente atingente

HECTOR        Contingente

SOFIA            Atingente.

HECTOR        Contingente. Atingente no existe.

SOFIA            ¿Quieres que lo googleemos?

HECTOR        No. quiero que alguien venga y te lleve a donde tengan que llevarte.

SOFIA            Atingencia: Conexión, relación de una cosa con otra.

HECTOR        (Mientras marca el número del papel) Se te pasó por la cabeza que…

SOFIA            Contingencia: que puede suceder o no suceder. Que no es necesario, pero sí es posible  ¿Se me pasó por la cabeza qué?

HECTOR        ¿Que no ibas a poder salir de nuevo cuando viniste a dejarme las pastillas?

SOFIA            No. ¿Tú lo pensaste?

HECTOR        No (Marca nuevamente)

SOFIA            No era un pensamiento atingente, pero si uno contingente.  Creo que le damos mal uso a la contingencia. Como ahora que siento que quise decir una cosa distinta a la que parece que dije…

HECTOR        Por favor

SOFIA            ¿Qué?

HECTOR        No estoy de ánimo… y no escucho. (Silencio) no contestan (corta). Tengo sueño…

SOFIA            Ven acostarte. (Silencio) Me muevo poquito…

HECTOR        No eres chistosa… eres triste.

2.-MARTES 10:35 El mismo lugar, claramente. Héctor esta despeinado, parece haber dormido mal, es lo que pasa cuando duermes sentado, tiene un café en la mano. Está hablando por teléfono, desde la cama Sofía lo mira, se arregla el pelo con los dedos.

HECTOR        Llevo 10 horas intentando comunicarme. Quiero que alguien me dé instrucciones claras. ¿Es posible? ¿Alo? Sí, dígame… ¿Qué necesito? ¿Bolsas de basura? Deme un segundo (Silencio) Ve si están ahí, en el mueble al lado tuyo. (Sofía abre el mueble). ¿Hay? (Sofía niega con la cabeza). No tengo. ¿Cómo? No hacer nada… esperar… pero ya son diez horas. Ok. Entiendo.

SOFIA            Qué bueno que no tenemos bolsas de basura.

HECTOR        ¿Por qué?

SOFIA            No me parece prudente. Se llaman bolsas de basura, son para poner basura.

HECTOR        Son las circunstancias. Quizás pueda salir a comprarlas…

SOFIA            Siempre son las circunstancias, pero pienso que ninguna circunstancia puede ponerse sobre ciertas cosas.

HECTOR        Si, lo sé, quería decir que por las circunstancias a veces tomamos decisiones que con la mente fría nos parecerían absurdas. Como lo de las bolsas de basura. Pero si se tiene que hacer, se hace.

SOFIA            ¿Lo habrías hecho?

HECTOR        Sí, ¿tú no?

SOFIA            Jamás.

HECTOR        No te creo.

SOFIA            Todo lo que pongo en una bolsa de basura se transforma en basura inmediatamente.  Si te pongo dentro de la bolsa de basura, eres basura.

HECTOR        Es un tecnicismo. Quiso decir una bolsa grande como las de basura. Las circunstancias son precarias.

SOFIA            Sí, pero hay cosas que ni en la precariedad tienen que olvidarse.  Como la dignidad.

HECTOR        Como la dignidad.

SOFIA            Te acuerdas de la mujer que encontraron muerta en la basura. Muerta y violada.

HECTOR        Estas exagerando.

SOFIA            ¿Por qué cada vez que menciono a mujeres muertas como ejemplo estoy exagerando?

HECTOR        Porque la comparación no da.  

SOFIA            Sí da. ¿O no lo ves? La mataron y después la pusieron en la basura. La desecharon: te pongo en la basura porque ese es el mejor lugar para ti. O no, quizás no el mejor, pero las circunstancias son que, aunque con la mente fría me parezca absurdo, en este momento voy a tirarte a la basura porque eso hago con las cosas, y digo cosas porque en eso te transformas, que ya no sirven.  

HECTOR        ¿Bueno y qué quieres? “Señor, ¿tendrá en su casa, alguna seda de dos metros para envolverla?” No seas absurda, son las circunstancias, nada más, hay que ser prácticos, no dignos, prácticos. Insistes con lo de basura porque te gusta buscarle la quinta pata al gato y no da, ahora no da.

SOFIA            Esto es como yo veo las cosas. Tú, eres mi hermano.

HECTOR        Sí.

SOFIA            Estamos los dos en esto.

HECTOR        De maneras distintas…

SOFIA            Te acuerdas cuando me compraste esa torta exquisita de merengue para mi cumpleaños.

HECTOR        ¿Exquisita? Casi me la tiras por la cabeza cuando la viste.

SOFIA            Porque yo no te pedí que me compraras una torta.

HECTOR        ¿No? Me pediste que yo me encargara de la torta.

SOFIA            Te pedí, que me hicieras la torta.

HECTOR        Sabes que yo no cocino.

SOFIA            Por eso te lo pedí.

HECTOR        ¿Querías comer biscocho quemado y crudo o ridiculizarme? “Pobre Héctor, que hasta el agua hervida se le quema. Yo no cocino, hice lo mejor que podía hacer.

SOFIA            Pero yo te pedí que la hicieras tú.

HECTOR        No sé a dónde quieres llegar.

SOFIA            Quería que por mí lo intentaras, aunque hubiese sido un fracaso. (Silencio)

HECTOR        No soy adivino.

SOFIA            No me conoces.

HECTOR        Te conozco. Querías ponerme a prueba, Sofía. A ver, qué tan buen hermano soy y eso no es justo.

SOFIA            Podrías haberlo intentado.

HECTOR        Me conozco.

SOFIA            Te conozco.

HECTOR        De conocerme sabrías que, mi primera opción no sería generar un incendio en la cocina.

SOFIA            ¡Mierda! Eso no iba a pasar. Era mi cumpleaños, quería comer torta quemada y cruda, pero que hubieses hecho tú. Quería saber que por mi lo ibas a intentar.

HECTOR        Ya, pero no pasó. Pídeme algo más fácil para la próxima o al menos dame instrucciones detallando las vergüenzas que tengo que pasar para dejarte feliz.

SOFIA            El regalo no era la torta, era el esfuerzo.

HECTOR        ¿Y el de ir a comprarla? Fui a 3 pastelerías antes de elegir la que te traje, lo que pasa es que todo tiene que ser a tu pinta; y cuando no, te frustras y culpas al resto porque tus expectativas no se cumplieron. Pero tus expectativas son una cosa de no creer. Si quieres que te regale mi esfuerzo, bajo tu definición de lo que es, te digo que es imposible. Conmigo tienes que ser clara o no lo voy a lograr.

SOFIA            Bolsas de basura no. Haz ese esfuerzo por mí. (Silencio)

HECTOR        Ok. Bolsas de basura, no.

3.- MIERCOLES 00:20 Sofía está recostada sobre la cama, con la mirada perdida afuera. Héctor en la cocina con una taza de café en la mano, el café está frio, la taza está llena.

SOFIA            No me gusta tu casa, pero me gusta la vista desde tu casa. Ese parque es muy lindo.

HECTOR        Y eso que no lo has visto en otoño.

SOFIA            Llevo dos años trayéndote todos los meses las pastillas. Claro que lo he visto.

HECTOR        Dos años y casi nunca subías.

SOFIA            Casi nunca estabas.

HECTOR        Tu tampoco estabas cuando trataba de llevarte la plata…

SOFIA            Por eso las transferencias electrónicas arreglaron nuestra relación.

HECTOR        La mantuvieron a la distancia ideal, diría yo.

SOFIA            Lo dices como si no quisiéramos estar cerca.

HECTOR        Lo digo porque nos llevamos mejor desde que vivimos en lados opuestos de la ciudad.

SOFIA            Tú siempre reduces todo a cosas tan simples…

HECTOR        Soy una persona simple y funciono.

SOFIA            ¿Y yo soy una persona compleja que no funciona?

HECTOR        Yo no dije eso.

SOFIA            Pero lo pen…

HECTOR        Ni lo pensé. Lo que pasa es que tú piensas que todos los demás estamos en función tuya y pensamos y pensamos en ti, en cómo dañarte y la verdad es que ninguno de nosotros le está dando pensamiento a tu existencia. No eres tan importante, ¿entiendes?

SOFIA            No sabía que me tenías tanta bronca…

HECTOR        ¿Ves? En tu mapa mental eres el centro de las cosas como si fueras la protagonista de la mejor película que se haya hecho. Siempre tratando de ser el centro de todo… y lo logras… o si no mira todo esto. (Silencio) No te tengo bronca, ni antes ni por esto. Nunca he tenido más que pensamientos súper concretos sobre ti: la Sofía es mi hermana y es sensible, sí; la Sofía no sabe muy bien qué hacer con su vida, sí, pero no me va ni me viene; la Sofía me trae las pastillas todos los meses y a cambio yo le doy la plata para que empiece un nuevo negocio que nunca empieza, sí ¿y? Eres contingencia Sofía, no eres necesaria, pero eres posible. Hasta ahí llegan mis pensamientos sobre ti.

SOFIA            ¿Pero yo?

HECTOR        Tú te crees muy sabia, Sofía. Tú tiendes a desvariar horas y horas en las razones y en los problemas no resueltos que yo tengo y en las verdades absolutas que hay detrás de tus palabras.

SOFIA            ¿Por ejemplo?

HECTOR        Por ejemplo: el Héctor, no puede salir de su casa, porque desde chico ha sentido pánico a los espacios abiertos y a la gente desconocida, debe haber sido esa vez que estando en la playa una ola casi se lo lleva, porque cuando lo rescataron dijo, que el momento en que más miedo sintió fue cuando logró sacar la cabeza del agua y no vio nada más que mar, sin orillas, sin límites, como si ser el único ser en esa inmensidad le hubiese dañado de por vida el corazón… esas cosas extrañísimas de las que tu no más podrías acordarte, Sofía, porque tenias un año y las posibilidades de que entendieras lo que le había pasado a tu hermano de 5 años son irrisorias. Pero bueno, tú concluyes que yo debería ir a terapia; que mi “fobia a salir” es algo de lo que debo hacerme cargo porque soy un tipo no resuelto.

SOFIA            Yo nunca diría algo así.

HECTOR        Me lo dijiste Sofía hace exactamente 24 horas atrás, me lo dijiste. Que me venía súper bien la cuarentena, que llevaba años de práctica, pero tú, tú estabas ahogada, porque necesitabas sentir la brisa en tu pelo, tiritabas diciendo cuánto necesitabas que el sol tocara tu piel…

SOFIA            Era la fiebre… deliraba.

HECTOR        ¿Delirabas cuando dijiste que yo era incapaz de entenderte porque yo prefería vivir encerrado aunque no fuera obligatorio? Hay que estar muy vacio por dentro, me dijiste.

SOFIA            ¿Yo dije eso?

HECTOR        Sí, lo dijiste.

SOFIA            ¿Y después?

HECTOR        ¿Y después qué?

SOFIA            Qué te dije después.

HECTOR        (Silencio) Que no tenias derecho a hacerme pasar por esto.

SOFIA            ¿Y qué más?

HECTOR        Que ojala esto me sirviera para no volver más a este departamento triste y chico… Cómprate uno de dos ambientes, me dijiste.

SOFIA            ¿Los vas hacer?

HECTOR        (Silencio) Sí. (Tocan la puerta, desde afuera una voz metálica se escucha.)

OFF                ¿Señor Héctor Pizarro?

HECTOR        Sí. (Se dirige a la puerta, gira la manilla para abrir)

OFF                No abra la puerta hasta que nosotros se lo indiquemos, siga nuestras instrucciones. Mantenga la calma, este es el protocolo ordenado por el gobierno de la nación ¿en qué lugar se encuentra el cuerpo de su hermana?

HECTOR        (Silencio) Está en la cama.

OFF                Solicito que, por favor, lo envuelva de manera compacta con todas las sabanas o frazadas que estén en contacto  directo con el cuerpo. Es importante que nada quede expuesto, la habitación está contaminada, luego de retirar el cuerpo, es importante que desinfecte todas las áreas.

HECTOR        Entiendo.

OFF                El cuerpo será llevado a la funeraria más cercana, ahí personal especializado se encargará de la incineración como indica el protocolo en estos casos.  Héctor ¿tienes síntomas?

HECTOR        No. No lo sé. Un poco de fiebre quizás.

OFF                Si en los próximos 14 días no presenta síntomas, pasara a una especie de remisión, de lo contrario, comuníquese al mismo número donde lo asistieron anteriormente, ellos le dirán cómo proceder. ¿Tiene alguna pregunta?

HECTOR        ¿Dónde van a enterrar a mi hermana?

Actriz y Dramaturga. Cia. La T de cobre.

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