Foto: @puntopablopinto

15 de marzo 2021

camino verde

por Nadir Khanfour. Traducido por Daniela Jacob

[Los siguientes textos fueron escritos en la ciudad de Marsella por el traductor y poeta franco-marroquí Nadir Khanfour. El contexto que los produjo es el confinamiento declarado por el estado francés para hacer frente a la primera ola del coronavirus, que en Francia, se extendió entre el 17 de Marzo al 11 de Mayo del 2020. A pesar de este hecho, el virus es sólo mencionado o evocado en contadas ocasiones en los textos. En ellos, lo que predomina es la descripción angustiosa del control administrativo y policial instalado desde ya en la sociedad francesa, y que viene a agudizarse con la llegada del virus al territorio, y el consecuente establecimiento de un estado de urgencia sanitaria.

Estos textos fueron escritos desde los intersticios de esa vigilancia, o más bien en la frontera que esta establece. «El mundo colonizado es un mundo partido en dos, la frontera es indicada por los cuarteles y estaciones de policía» escribió Fanon en el primer capítulo de Los Condenados de la Tierra. Estos textos, que se paran desde esta frontera para ver a través de ella, exhiben la violencia colonial y racista sobre la cual se ha construido la sociedad francesa. Sabri Chouhbi, mencionado por el autor, es sólo uno entre muchos asesinados por la policía en el proceso de mantener este límite. No mencionados directamente, pero en las sombras de las prácticas de control visibilizadas por Khanfour están los Centros de Retención Administrativa (CRA), dónde se encierra extranjerxs en situación irregular con miras a deportarlxs del territorio. Estos centros forman parte de la red necropolítica en la que se inserta la vigilancia de las fronteras de la Unión Europea, y que cada año deja morir cientos de personas en el mar mediterráneo.

En los meses que seguirían al primer confinamiento, Francia sufriría una escalada autoritaria en sus políticas de estado, la cual extendería la vigilancia del estado hacia todxs lxs sujetos del territorio. La Ley de Seguridad Global, promovida por el ministro del interior francés Gerald Darmanin, y la extensión de los ficheros de seguridad pública para incluir las opiniones políticas de los ciudadanos, son algunas de las iniciativas que aumentarían la capacidad de los ojos del estado de vigilar a sus ciudadanos. «Salir a la calle en los tiempos que corren es tomar el riesgo de dejar penetrar la luz de la policía en tu piel, en tu nombre, en tu barba, en tus senos, justo hasta eso que calla tu apariencia real» escribe el autor, mostrando la experiencia del proceso de securitización vivido en ese momento.

A pesar de que estos procesos políticos estructuran la experiencia transmitida en los textos, la propia práctica del autor como traductor impregna también la narración y sus posibilidades. La escritura de camino verde fue iniciada paralelamente a un proceso de traducción colectiva de la obra del poeta anglófono Sean Bonney, de la cual el autor participa. Así camino verde se construye en diálogo directo con la voz de Bonney, voz que busca quebrar el velo de silencio creado por la poética del capital, y otorgar » una visión en rayos-x de la infra-violencia de la realidad capitalista «. Propósito que los escritos del autor comparten. Así la traducción de sus palabras al castellano de chile busca prolongar este gesto, inscribiéndolas en una constelación internacionalista aún en construcción.]

[N. de la T. ]

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30 de marzo

            Cuando me desperté esta mañana había policías en las esquinas de cada calle, tenían máscaras y guantes y te controlaban y te preguntaban dónde estaba tu papel y por qué razón estabas ahí. Hubiéramos dicho una película de anticipación sobre la deriva securitaria, pero esto era más bien lo real, que regresaba hinchado de sus vacaciones en el limbo.  No es necesario decir que sus voces no eran humanas. Hubiéramos dicho más bien que una horda de muertos se apretaba contra sus labios e intentaba salir al mismo tiempo, como la mañana en un vagón de metro repleto, en otra ciudad de este mismo país de mierda. Habitualmente, no te hubieran controlado, o quizá una vez, cómo por azar, un día en que no te hubieras afeitado y en el que te parecieras realmente a eso que eres. Hoy te controlan porque ven claramente que eres un manojo de ratas, una cueva, una pestilencia, una reserva de sombras, una hiena, etc. Salir a la calle en los tiempos que corren es tomar el riesgo de dejar penetrar la luz de la policía en tu piel, en tu nombre, en tu barba, en tus senos, justo hasta eso que calla tu apariencia real, que no es humana.

            Me levanté y había furgones blindados en mi sangre. No hay un hervidor aquí dónde estoy, voy a intentar confinarme en otro lugar, para calentar mis lágrimas y tomar un té.

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1 de abril

            Me desperté esta mañana y había sangre sobre el suelo de la usina. Creo que era una usina que fabricaba budín con la sangre de los cesantes. Tres criaturas que se hacían pasar por hombres se aproximaron a mí para amordazarme mientras yo juraba a gritos que sí había puesto al día mi declaración trimestral en el sitio de la CAF[1]. Enseguida, estos transportaron mi futuro cadáver[2] a un subterráneo dónde una empleada de Pôle Emploi dispensaba una formación sobre cómo escribir un currículum vitae a un grupo de seres humanos atados a unas sillas. Las frases que salían de su boca tenían la forma de las bestias que salen de la tierra en los apocalipsis: lombrices, cienpiés, musarañas y cucarachas. No sé cómo eso habrá terminado, si huí nadando o si encontré un trabajo, pero cuando me levanté esa mañana y me conecté a Internet, tenía sangre sobre los dedos y mi café un gusto a cenizas y hubiera dicho que el hollejo en el fondo de mi tasa intentaba una profecía fallida de antemano, en base a acrónimos como «RSA»[3] o «RIP» y no sé qué otra estupidez. Pero la tormenta rejuvenece las flores.

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            Quizá soy un hombre lobo. De hecho, no me afeité esta mañana para ver el efecto que esto tendría sobre los pasantes en la calle, pero como es lo habitual, no gritaron, entonces pasé al Carrefour express de al lado para comprarme dos latas de 16[4] y un paquete de papas fritas Lay’s pero la cajera tenía los ojos más amarillos que yo, entonces me dije que a pesar de mi escozor de luna nueva yo no era su monstruo. En el camino de regreso, me hice coger por un controlador de la RTM[5] que sorbía la sangre de los evasores con una paja. Me pidió mi pasaje. Le respondí que no había tomado el transporte público y que sólo estaba volviendo a mi casa. El controlador me cuenta que la noche anterior el gobierno había promulgado una circular que estipulaba que los peatones también debían cargar un pasaje. Yo no tenía con que pagar la multa, por lo que tomó mi ADN[6] y partió otra vez sobre su monopatín eléctrico. Quizá hace falta que me afeite.

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10 de abril

            Quemé la multa y escupí sobre la ceniza e hice con ella una pasta sombría que apliqué sobre mis papilas para proteger mi mirada de las balizas de este mundo podrido. Eso no funcionó. Continúo fumando pitos porque eso me vuelve paranoico. Al volver de casa de M. o de un otro esta noche cuando subí por el Boulevard National y en el ángulo de una calle cuyo nombre he olvidado me encontré nariz a nariz frente a una rata. Nos sobresaltamos al mismo tiempo como si ella se hubiera sorprendido por su propio reflejo. Ella se escondió bajo un auto y yo regresé a mi casa. Quédese en casa. No hay nada que comprender. Respirar pedazos de cielo bajo la ciudad; olfatear el aire negro.

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7 de mayo

            Tu dijiste : «Uf, se acabó». Pero, ¿quizá bromeabas? ¿No sé si me viste estirado sobre el asteroide de la semana pasada? Sin embargo, te hice señas. A medida que el cometa se desagregaba al entrar en la atmósfera, unos pedazos de roca quemada vinieron a alojarse directamente en los ojos de Martine Vassal[7], para que ella deje de vigilar, pero olvidaba que hay miles de otros ojos en la ciudad, entonces hará falta repetir la operación el 2079, cuando un asteroide de la misma raza que aquel, volverá para librar a la tierra de Martine Vassal, aún viva bajo esa forma, o bajo un otra. Por cierto, te vi masturbarte el otro día frente a la catástrofe. Entiendo. Pero la próxima vez intenta dirigir tu energía hacia una de esas piedras en el cielo, y haz que se funda sobre el domicilio legal de Engie[8]. Después, mínimo, conviértete en ceniza.

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8 de junio

            Esta tarde dudé en tatuarme «proletariado racializado» sobre la frente, pero no tenía ni espacio suficiente ni tinta suficiente ni sangre suficiente, entonces me contenté con morderme la boca mirando la tormenta formarse sobre las colinas de Sannois. La idea me vino después que me arrancaron de las manos la pala con la que intentaba cubrir de tierra el ataúd de FK, 1930 o quizá 1932-2020, equilibrado sobre un pedazo de madera, dentro del pequeño cuadrado musulmán de ese cementerio arrinconado entre una línea férrea y las chimeneas de Azur, sindicato mixto de recolección y valorización de desperdicios. Dije tierra, pero quiero decir escombros. Por otro lado, si me quitaron la pala es porque hacía falta apurarse en inhumar a la muerta, por lo que un tipo con una retroexcavadora acabó rápidamente con todo eso. Dije cementerio, quise decir terreno de construcción. Entonces me dije que mi clase era la mierda más vergonzosa que jamás haya sido producida en este país, por sí mismo, y me sentí como un golem, muy reseco de este país, esperando que la tormenta me hiciera cagar. La lluvia no calló porque dos tumbas más allá. Dije tumbas… El nombre de Sabri Jilali Chouhbi, 2001-2020, asesinado por la BAC[9] algunas semanas antes, entre los nombres de lxs chibani.ate[10] que el virus imperial habrá arrinconado allá, en el pequeño cuadrado musulmán de este terreno en construcción francés, entre una línea férrea y la posibilidad de alcanzar un día el descanso en el azur.


[1] Caise d’Allocations Familliales, institución que forma parte de la seguridad social francesa, y se encarga de sostener a las familias y personas otorgando ayudas económicas a aquellas cuyos ingresos son precarios.  La CAF realiza controles regulares a sus suscriptores. 

[2] Pôle Emploi, es un organismo administrativo del estado francés que otorga un aporte económico mensual a los cesantes, este proviene de las cotizaciones realizadas por la persona mientras trabajaba.  y que también otorga  formaciones  en vistas de ayudarlxs a encontrar empleo. Cómo para la CAF la contrapartida de este aporte es el control de las actividades de la persona.  Ejemplo : una persona que recibe esta aporte  no tiene el derecho a alejarse de su domicilio, o debe dar notificación de esto. No puede tampoco negar una propuesta de trabajo más de tres veces.

[3] Revenu de Solidarité Active, es un ingreso mensual otorgado por la CAF. Para tener el RSA hay que estar «activamente» en busca de trabajo.

[4] 1664, marca económica de cerveza. En Francia se vende en latas de 500cc.

[5] Regie de Transports Metropolitains, gestión de transportes de la metrópolis de Marsella.

[6] A pesar de que no es un policía, aquí el autor hace una comparación entre la práctica del control de una empresa publica y la policía. Cuando una persona es detenida por la policía francesa por sospecha de un delito, existe la obligación legal de otorgar sus huellas digitales y su adn. Negarse a esto puede agregar cargos suplementarios a lxs detenidxs.

[7] Militante de la Union pour un Mouvement Populaire (UMP), coalición política de derecha. Desde el 2018 es presidenta de la métropolis de Aix-Marseille-Provence. Promovió el transformar Marsella en una smart city, lo que ha generado, entre otros, que se redoblen las camaras de vigilancia en la ciudad.

[8] Empresa de electricidad francesa, su principal accionario es el estado francés que es dueño de un cuarto de sus capitales. Hace parte del proyecto de smart city promovido por Martine Vassal, en el área de eficiencia energética.

[9] Brigade Anti-criminalité (Brigada Anti Criminalidad), brigada que se especializa en los barrios llamados «sensibles» en general habitados por personas provenientes de la migración de las antiguas colonias de Francia, esta compuesta por policías en civil y que son conocidos por su violencia. Esta unidad es heredera de la brigada nor-africana, dirigida especialmente a las colonias de África del Norte, la cual fue disuelta tras la segunda guerra mundial por su orientación explícitamente racista.

[10] Esta palabra viene de chibani / chibania, es la palabra que quiere decir persona mayor en árabe de Marruecos y Argelia. Esto viene del término chib que quiere decir pelo blanco. En la versión orginal de los textos el autor empleó el lenguaje inclusivo que en vez de escribir chibani (masculino) y/o chibaniate (femenino) incluye los dos. Al no haber forma de traducir esto sin hispanizar la denominación en árabe, que se encuentra sólo transliterada, se optó por guardar la expresión que el autor empleó en el texto original.

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