Foto: Francisca Echeverría Ibieta (@kikaeche)

03 de mayo 2020

ENCIERRO

por Juan José Rivas

Soy un poeta apocalíptico. Creo en el fin de una época. Se perdió la imagen sólida del mundo. 
– Juan Luis Martínez

El rifle de repetición y la flecha con punta de sílex son dos instrumentos muy parecidos al servicio de un mismo instinto. Estimo que, salvo excepciones prácticas o intelectuales, pueden ustedes distinguir un pedazo de pan de una corteza marrón encontrada en un sarcófago de Egipto o una humilde escudilla fenicia, igual a las que aún tornean los alfareros de Provenza. Una fuerza tal de la tradición y del instinto representa tal vez la única esperanza que tiene la raza humana de dejar algún recuerdo de sí a través de la destrucción universal de las cosas, ya que la tierra no ha conservado ni siquiera los monumentos de sus antropopitecos.
– Marcel Schwob

Encierro poético

Me acabo de encontrar
hablando solo.

***

Encierro

La rutina del videojuego:
El androide
se enfrenta 
por enésima 
vez con el 
enemigo 
que él mismo 
produce
el relato 
termina 
con 
la pregunta
por el
destino

sentimientos 
de máquinas 
asesinas

y su 
lugar
en
la historia

***

Encierro en ajeno

No siento 
los vientos 
de muerte

este edificio
donde no 
conozco 
a nadie

el mensaje
que extraño

***

Encierro mágico 

¿Cuánto 
encajan
las cosas?
el encierro
empezó
unos días
antes del 
otoño
hacía 
calor
se puso
todo medio
azul y gris
creo

***

Encierro en el campo

Hablando con
los poetas
todos 
se defienden
ustedes
saben 
y no
qué se andan
midiendo

***

Encierro en el campo II

No sientas
culpa
por no
tener
que salir

los milicos
habrían
asesinado
a tu abuelo

serías el
pastabasero
colgando
de las vigas
la costra

de vino
tendría
el grosor
de todo
lo molesto

***

El origen del encierro

en el balcón
la silueta
del árbol

entre luces
nocturnas
el color
violeta

***

Encierro monótono

Qué es pintar
una pared 
blanca al lado 
de observarla

***

Encierro Poético II

Escribo por ansiedad. Leo lo de Mariana Enríquez sobre su cuarentena (a quien apenas conocía de nombre) y pienso que lo único que he logrado hace bastante tiempo es llenar la página en blanco. Pensar en llenarla -no tengo otra palabra, surge otro vacío- es obstaculizarme, pero emerge algo. Un hambre de teclear que también son las ganas de comer, literalmente. Rafael Rubio decía que si uno desplegaba rabia y frustración en la escritura solo se encontraría con ello, el poema debía expresar amor al texto, a armar algo bien. Yo solo creo en el vaciarse bien en otro vacío, como residuo de lo que no podemos asir en la ansiedad. Deseo sin objeto, la pierna intranquila que se agita de arriba a abajo: la tradición de insertar una prosa, con airecillos de aforismo, para descansar de los versos. Decir que todo esto es una condena sería plantear un orden moral, el funcionamiento de la vida suele ser más sencillo, pensamiento que llega tras la breve calma que interrumpe esta anotación.

***

Encierro pop

Sosiéguense
con el fin
del mundo
es lamentable:
miren
la poesía
después
de Auschwitz

***

Encierro total

llevamos
semanas

es todo 
mentira

***

Encierro en el campo III

el haikú es para otro
idioma, ¿sin sinalefa?
las palabras se refrenan
así con el verso potro

***

Entrevista en el encierro.

La única tragedia posible es la enfermedad, de ahí el nervio de muchos -me incluyo- con la escritura en estos días. Tal vez algún valiente encuentre una fisura desde la cual elevar dramas mayores. La honestidad siempre se nota. Está bien desligarse de la necesidad de tener respuesta, los filósofos naufragaron rápidamente. Algunos podrán, como ya hicieron otros notables, convertir la avería de una cañería en un extraño amor y la constancia de una cosmogonía incontrolable (todas lo son). Me cuesta imaginar, mis pensamientos son erráticos, los textos que leo entremedio de las escrituras se han vuelto unívocos: poemas viejos y nuevos, ponerme a tono con las tendencias del ensayo y los infumables papers -su contraste- o la búsqueda de algún dato cierto en el aún más opaco océano de la información. Las únicas experiencias que puedo verter acá son la perplejidad y la ansiedad por corregir, sobrescribir para hablar de los sentidos. Me repugna que haya quienes depositan su confianza en una forma de decir las cosas, Caeiro de los pocos creíbles. Faulkner: en nuestra época la única pregunta es cuándo nos barrerán. Toda cita es corrupción, todo estilo es corrupción de la herencia, ético, por lo tanto. No aceptar nunca el veto. Me repugnan los comentaristas, por sembrarme la duda circular de no estar siendo uno de ellos. Escribo por ansiedad, el tacleteo con que evado el hambre. No importa si un texto es sentimental o no, solo la insistencia hace existir. Escribo por ansiedad, por amor al tacleteo. El anonimato. Escribo por ansiedad, por amor al tacle… Basta.

***

Cadencia del encierro

un nervio
el dedo 
tlán 

la cuerda
que toco

***

Encierro poético III

El nervio
y la resonancia

***

Encierro mudable

Cada 
versión
es distinta
a la anterior

***

Encierro infinito

Juan José Rivas (22 de diciembre de 1986), licenciado en sociología y magíster en literatura. Ha publicado poemas en antologías y medios online, además de algunos artículos sobre temas afines. También se ha desempeñado como analista de proyectos e investigador interno en algunas instituciones de educación superior. Cree firmemente que el comunismo vencerá.

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