Foto: @pauloslachevsky (detalle)

13 de marzo 2023

Escasez, Cansancio y otros poemas

por Hernán Contreras R.

De El agua que baja (Porlasmías, 2022)

ESCASEZ

a ojos cerrados la mano se hunde
el tacto es solo piedras marinas

es un engaño
el cementerio de conchas en la orilla
las aves de este lugar
hace tiempo que no anuncian la comida                         

nunca se había visto al lobo marino
competir con una lancha

pareciera que el motor
que se escucha a lo lejos en las jaulas de cultivo
filtra toda la vida de esta agua

pareciera que la red
que arrastran kilómetros adentro
filtra toda la vida de esta agua

antes había más especies
y los mariscos se recolectaban en la orilla

una historia que vuelven a contar
cada vez que baja la marea

*

De Voces a la barricada (Camino, 2021)

Cansancio

¡Adelante, con todas las fuerzas de la historia!
Miguel Enríquez

caigo con rabia
como fruto de árbol violentado
las palabras se marcan en los vidrios
el vapor llega a todo
máquinas y cristales
se quiebran en armonía con las mismas palabras

toda gota que no entró a la boca
toda gota que cayó fuera del vaso
eso fue nuestra poesía

creía que las marcas en los vidrios
eran solo para dibujar símbolos
nombres pegados entre sí
pero eran señales que se iban con el tiempo

regresaban con cierto ángulo y luz
el mismo ángulo de visión que daba a la calle
la grasa de nuestra mano quedó intacta
ahora era cargar un poco más el dedo

todo sería trizas y un mensaje en el aire.

*

Esto no ha terminado

Levántate y mírate las manos
para crecer, estréchala a tu hermano
juntos iremos unidos en la sangre
hoy es el tiempo que puede ser mañana
Víctor Jara

la respiración propia se escucha más fuerte
que los disparos
que las caídas de piedras y los gritos de guerra

por momentos parece una película épica

no hay margen de movimiento
estamos todos apretados detrás de los escuderos
latas de tiendas comerciales arrancadas
maderas, cartones, tarros de basura
desde ahí
donde suena el metal golpeado por los perdigones
lanzamos piedras, gritos
fuegos artificiales, pintura y fuego

suenan los disparos
suenan las sirenas
nos envuelve el gas
se ve el arcoíris entre el gas y el agua
más gritos, sangre, heridos

¡No retrocedan, no corran! ¡Ahora, todos!
¡Los camotes desde más adelante, cuidado con los escuderos!

el gas no deja respirar
respirar se hace urgente
y por segundos es lo único que logras escuchar
estás enfermo de la peor gripe pasajera
pero la primera línea gana tiempo y espacio
cordeles de metal cruzan los árboles
y junto al cemento impiden el paso
los obliga a salir y a disparar más perdigones
las piedras como si fueran frutas
llegan en bolsas de feria al frente

¡Aguanten la línea! ¡Acá hay más para los honderos! ¡Que avan­ce la línea!
¡Enfermeros! ¡Más adelante! ¡Bicarbonato! ¡Es agua nomás! ¡Ahora!

suena la trutruca y se escuchan los gritos de guerra
emulando ruidos de primates
mientras la radio Plaza de la Dignidad
toca Gimme tha Power desde uno de los departamentos que dan a la Alameda

miramos el cielo
y vemos lacrimógenas caer como meteoritos
que raspan los muros de los edificios
y entendemos que hace rato dejaron de pasar
estrellas fugaces a las que pedir deseos ingenuos

las estrellas fugaces cayeron al cemento
y solo pensamos en extinguirlas
y el olor a tierra mojada
ya no nos trae los recuerdos de la infancia

sin saber un nombre todos estábamos ahí
cuidándonos
apoyando a los heridos
fui uno
y evitamos durante el tiempo que pudimos
que avanzaran hacia la Plaza de la Dignidad

pudo llegar la noche
los fuegos artificiales y los láseres
pudo llegar, por momentos, lo que parecía un carnaval
algo real que celebrar

quizás
eso era
lo que anhelábamos.


11 de septiembre

por cada unx somos miles
con la intención de prender en su memoria
la vela más grande que se haya visto
una velatón con camión lanzaguas de llama verde
no descansarán en paz, Colorina
les llegarán las cenizas que entre saltos se levantarán
a donde sea que estén sabrán de un uniforme quemado
del aroma de una olla común en lugares
que fueron su último paradero
cenizas y aromas en el polen
neblina camanchaca vaguada costera viento blanco
viento raco
ceniza en verde
ceniza en desierto
donde sea que estén
están invitadxs a esta fogata
y baile entre piedras y agua
en todo río
todo mar
todo valle
todo escondite que les haya visto

*

22 de octubre

bala pero dicen paro cardiorrespiratorio
bala pero dicen asfixia en la bodega de Kayser
tapan cuerpos con cal
si nada hubiera pasado serían más voces pero están
en cada hilo de sangre y saliva
en cada lágrima e inhalación
de polvo y gas
nos movemos como espías
con las manos a la altura de los tobillos
disminución de estatura para achicar su tiro al blanco
negros moscas sobre lo podrido
antes de un silencio que espera
la caída de las bombas lacrimógenas
el brazo es la imitación de un látigo
la mano vuelve a tener los cayos
de quienes vivieron murieron
trabajando en la tierra y dentro de ella

*

Inéditos

Temporal

Llegan imágenes de multitudes en las calles

donde sequé alguna vez mi ropa

los sonidos que recuerdo se vuelan con gotas horizontales

y el ruido de las planchas sueltas del techo


no quiero que la paz que trae este temporal

me aleje de la idea de un casco en el fuego


acá la vida también salta y se ahoga fuera del agua

a donde vayamos no bastan los paisajes

ni el silencio tan parecido al ruido


todas estas aves de las que aún no aprendo el nombre

vuelan escapan

y nosotros no sabemos cómo hacer eso

*

Vísperas del 18 de octubre de 2022

dos niños juegan

se disparan con las manos

ninguno cae ni deja de dibujar el arma

es que a esa edad

no hay tantos significados para la muerte


comienzan a caer las primeras gotas

lo habían anunciado en el tiempo

aunque aquí no importe


el pasto de esa plaza se vacía

para solo recibir caídas en pequeños golpes


mirar solo

es intentar encontrar compañía en los ecos

y significados erróneos en las cosas

un vacío donde se escucha

el ruido de las flores al romperse


solo veo palabras en el agua que día a día

cubre y vuelve a describir la forma de las rocas

se trata de buscar metáforas en las miradas de otras personas:

saber qué nos pasó


nuestra esperanza dura como los glaciares

ahora se derrite

y la rompen con maquinarias gigantes


y espero que esas manos que solo se movían

al ritmo del sonido en juego

de la muerte

mañana no carguen el peso de un fierro

entregado por el enemigo


¿en qué momento a la risa comenzó a importarle todo lo que dirán?

¿en qué momento desapareció el gesto cómplice, acompañado de nervios y certezas, que se mezclaba entre una multitud?


de noche el silencio

todo este nuestro gran silencio

nos hace despertar con más cansancio que ayer

*

Encierro

veo el mar en las olas de un colchón viejo
o un desierto

la neblina una cortina deshilachada

el sol solo en los reflejos de un lago:
una ventana que agradezco permanezca cerrada

el encierro transforma los paisajes en sueños

las calles parecen libres
de lo que nos trajo aquí

un río saqueado se reconoce
por la ausencia
de ruido

*

Costanera de Puerto Montt

pareciera que podemos oírlo todo

y que el cielo nos escucha


espera a que no digamos nada

y ser invisibles a quienes caminan

unos metros más atrás


desde rocas que separan a la ciudad de las olas

el frío del viento nos acerca al fondo marino

y nos confundimos entre las sombras

de embarcaciones estacionadas

donde es una ilusión que existe tiempo para dormir


no sabemos de quién serán las primeras palabras

pero aparecerán

porque siempre hay algo que interrumpe el silencio

y mañana

será otro día de trabajo


el cielo será morado en otra tarde

cuando haya tiempo para esperar la noche

sin necesidad de imaginar

ese reemplazo en las luces


y caer en el error de querer explicar lo que observamos

como todo paisaje o fenómeno nuevo

algo más para decir que solo un adjetivo de belleza

ante un color que en mi vida lo veía rojo


las aves vuelan unos metros más adelante

sobre el agua

se alejan de la ciudad

y del nuevo centro comercial de incontables pisos

hoy un símbolo visual que estará en las postales de la costanera


por eso la vista en la imagen de una silueta de cormorán

cruzando en segundos las islas

en un silencio

que no es alcanzado por las luces


desde aquí y aún sin palabras

quizás

ya sea el momento de irse

dirigir la vista a otra escena

a falta de tantos otros atardeceres.

Hernán Contreras R. (Santiago, Chile, 1990). Forma parte del equipo editorial de la Revista Literaria Mal de Ojo. Es fundador y editor de Trizadura Ediciones. Integra la antología poética Pánico y Locura en Santiago (Editorial Santiago-Ander, 2018). Es autor de la plaquette Proyecciones (La Maceta Ediciones, 2018), del poemario Trayecto hacia algunos días (Ediciones Filacteria, 2018) que obtuvo mención honrosa en I Premio de Poesía “Rostros”, Colombia. También escribió el poemario Voces a la barricada (Editorial Camino, 2021), en colaboración fotográfica con Javier Ig y Johan Alegría, y la plaquette El agua que baja (Porlasmias Ediciones, 2022). Actualmente reside en Puerto Montt, donde trabaja en proyectos culturales y literarios. Contacto: hernanf.contreras@gmail.com

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