22 de agosto 2024

Técnica y Política: Synco, el legado de tecnología y transformación social

por María José Sepúlveda Arellano

Reseña de Revolucionarios Cibernéticos: Tecnología y política en el Chile de Salvador Allende, de Eden Medina. Traducción de José Miguel Neira. LOM Ediciones, 2013.

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El pasado año fue la conmemoración de los 50 años del día en que unos aviones Hawker Hunter dieron inicio al último período dictatorial (declarado) de nuestra historia, que tiró por la borda una idea política de transformación social sin precedentes en la región latinoamericana y el mundo.

Los postulados de la Unidad Popular siguen conmoviendo y congregando a una gran población activa del país dedicada no solo al mundo de las ciencias y culturas sino también a mundos menos visibles pero tan importantes para el desarrollo y la producción nacional.

El revuelo es internacional y la experiencia de aquellos años es de análisis para muchos quienes creen en las revoluciones, más en una idea que ya incorporaba la idea contemporánea por la técnica para el mejoramiento de lo social. En este marco de aniversario, se posibilitó la creación de la exposición “CÓMO DISEÑAR UNA REVOLUCIÓN: LA VÍA CHILENA AL DISEÑO” llevada a cabo en el Centro Cultural La Moneda, con la presentación del libro editado por Hugo Palmarola, Eden Medina y Pedro Ignacio Alonso.

En el escrito, se encuentran significativas experiencias de diseño e innovación para la época, como lo fueron las cucharas dosificadoras de leche en polvo que se crearon para combatir la desnutrición infantil, o los carteles que fomentaron la acción colectiva y la creación de una sala de operaciones cibernética construida para administrar las industrias estatales de Chile. De este último proyecto quisiera hablar, citando el libro “ Revolucionarios Cibernéticos: Tecnología y política en el Chile de Salvador Allende” de la autora Eden Medina con traducción de Jose Miguel Neira.

Orígenes del Libro

En sus inicios, el libro fue un intento por comprender de qué manera utilizan las computadoras los países que se encontraban fuera de los centros geográficos, económicos y políticos del mundo. Pero poco a poco la autora transformó el escrito en un estudio empírico de la compleja relación entre tecnología y política, con la experiencia histórica de un gobierno que utilizó la técnica de manera innovadora para intentar alcanzar sus objetivos.

Las experiencias de políticas transformadoras del proyecto Synco no fueron cualquier cosa; alcanzaron un rango histórico para la época y la actualidad. Se trata de un sistema de control en tiempo real capaz de obtener datos económicos desde cualquier sector del país, transmitirlos al gobierno y combinarlos de tal modo que facilite la toma de decisiones en un momento donde la región Latinoamérica apostaba por cambios estructurales y de consecuencia vigente.

Esta no es una historia contada “desde abajo” ni tampoco es una historia contada “desde arriba”. Hablamos de científicos, ingenieros, diseñadores y tecnólogos que si bien eran funcionarios gubernamentales, no eran políticos ni miembros de una élite gubernamental. Permitiéndonos compartir nuevas voces en la literatura, sobre todo cuando sus ideas, pensamientos y acciones han sido silenciadas.

Visiones Políticas

En una sala de operaciones de cibernética con ciencia de la posguerra, se combinaba la comunicación y el control con una mezcla de elementos comunes entre sistemas biológicos, mecánicos y sociales que tenían como fin implementar una visión de cambio socialista. En diciembre de 1972, Salvador Allende desconocía que en menos de un año habría de ser derrocado, pero indudablemente su gobierno creía en una modernidad socialista que ayudará a su Gobierno a sobrevivir.

Las visiones utópicas de hace cincuenta años nos llevan a una de las preguntas esenciales de la historia de la tecnología; ¿cuál es la relación existente entre la tecnología y la política?; La cibernética1 sería el elemento que el texto propone para vincular ambos proyectos.

Este experimento posibilitó el escenario para una ambiciosa infraestructura tecnológica en momentos donde la estatización de las industrias más importantes del país desafiaban las capacidades de gerencia del Gobierno de Allende. La pronta nacionalización aumentaba los desafíos al igual que el aumento de empleados que trabajaban en aquellas empresas estatales, incrementando la mano de obra con las iniciativas para reducir el desempleo.

Todo esto se vio agravado debido a que el Gobierno no contaba con las personas aptas para liderar las nuevas industrias nacionales y la producción se vio afectada por el bloqueo económico, la escasez de repuestos y materia prima, surgiendo en un pequeño grupo de integrantes del Gobierno Chileno la idea de enfrentar estas problemáticas con el uso de la tecnología computacional y de comunicaciones que propusiera la creación de un sistema único para la gerencia industrial.

Este selecto grupo llamó al proyecto “Cybersyn” o “Proyecto Synco” en español, con la idea de no sólo redefinir los límites de lo posible en la década de 1970 sino que posibilitar la creación de modelos de comportamientos de sistemas dinámicos y la creación de redes computacionales nacionales (inexistentes hasta el día de hoy), que por medio de estos nuevos canales de información permitirían recibir datos de la producción estatal y ser introducidos en programas estadísticos diseñados para predecir el futuro desempeño de las fábricas y proyectar políticas antes de que fueran implementadas.

Según el libro, para algunos Integrantes del equipo científico el alcance del proyecto posibilitaría que este sistema técnico modificara las relaciones sociales en Chile para que fueran congruentes con las necesidades sociales inmediatas y los objetivos del socialismo chileno. Esto fue ejemplificado con el objetivo de aumentar la participación de los trabajadores en la gerencia, puesto que la creación de un software estadístico permitirá que los modelos de procesos de producción puedan ser debidamente conocidos y evaluados por la participación trabajadora, brindando legitimidad y pertinencia a la proyección de la industria estatal.

La revisión de esta parte del estudio desde esta óptica política permite revelar las limitaciones de la revolución chilena; la constante tensión entre revolución desde arriba y la revolución desde abajo; el legado presente en los prejuicios de clase; la discriminacion de género; la burocracia sistematizada y los prejuicios existentes en torno a la modernidad que pone en supremacía la experiencia y tecnología extranjera.

Batallas por la producción

Esta situación me genera sentimientos realmente extraordinarios.

Stafford Beer, Carta a Fernando Flores, 29 de julio de 1971.

En los primeros capítulos, la autora deja claro cómo la distinción conceptual entre la cibernética de gerencia de Beer y el socialismo chileno permitió similitudes que sostuvieron la teoría de que este tipo de gerencia permitiría hacer frente al desafío esencial de la Unidad Popular que fue aumentar los niveles de producción de las industrias, especificando el sector estatal de la economía nacional2.

El triunfo de la Unidad Popular en las elecciones de 1970 puso a nuestro país en la mira del mundo político, especialmente en Estados Unidos y Europa, donde voces veían con inspiración pero también temor la posibilidad de que Chile y Latinoamérica se convirtiera en una tercera opción pionera entre los polos ideológicos de la guerra fría. Solo pasaron 11 días de la victoria para que el presidente Nixon se reuniera con Kissinger (pdte. de pepsi cola), Donald Kendall, Jhon Mitchell y Agustin Edwards (dueño del peridico conservador chileno El Mercurio). Este último le solicitó ayuda al presidente de Estados Unidos, señalando que “en la región ocurriría un desastre si el socialista llegaba al poder”, iniciándose el plan para derrocar el proyecto político de la UP.

En medio de persecuciones políticas y mediáticas a los altos representantes gubernamentales, muy pocos notaron la presencia de un cibernetista británico, quien junto a científicos con vocación pública estaban creando una alternativa para la producción nacional. El país se encontraba librando una “batalla de la producción” debido a que el aumento de los niveles de producción industrial eran primordiales para el éxito del socialismo chileno y se necesitaba tomar el control de “los niveles más altos de la economía”.

Otra batalla de la producción era la nacionalización; el Gobierno proyectaba comprar las industrias más importantes del país y administrarlas estatalmente o de propiedad mixta, con algunos actores privados dirigidos y señalados por CORFO. Esta no era una idea gestada desde las vísceras socialistas, sino que fue una idea gestada en el año 1939 como parte del plan de mitigación de la Gran Depresión de 1929, desmitificando la figura que se ha intentado plantear de este movimiento como inválido y desvinculado del contexto político económico de la época.

La construcción de la Máquina de la Libertad

Más allá de la estética futurista que impregna el proyecto, la construcción de la máquina de la Libertad deviene de la necesidad de una dirección industrial eficiente, confiable y legitimada por la población chilena y que pusiera en jaque el ideario retrógrado y poco moderno con que se quiso/quiere impregnar las transformaciones sociales de la época.

El Sistema de Información y Control (Synco) fue constituido por cuatro componentes: Cyberstride (central de procesamiento de datos), Cybernet (red de télex que conectó a las empresas con el computador central), Opsroom (sala de operaciones para el despliegue de información y la toma de decisiones desarrollada por INTEC), y Checo (para simular y proyectar la evolución de la economía chilena). El primero fue diseñado y desarrollado bajo el “modelo de sistemas viables” de Beer, incorporando distintos niveles de integración y control (CORFO, comité sectorial, empresa). Cada uno de ellos recibía la información de los indicadores pertinentes de una manera breve, comprensible y oportuna, despejando la información irrelevante y alertando los problemas o anormalidades en el momento adecuado.

Pese a las singularidades del proyecto, tal como ha de esperarse en un contexto de monopolio informativo, poca fue la relevancia y visibilidad que tuvo el gran aporte de Synco durante el paro de octubre de 1972 que permitió amortiguar los efectos en la producción, el transporte y el abastecimiento. Específicamente, posibilitó conocer el estado de las industrias, la disponibilidad de víveres y la cantidad de camiones/eros que se mantuvieron leales al gobierno y a la repartición equitativa de alimentos en las regiones.

Tras el fatídico día que terminó con la vida de Salvador Allende, el proyecto fue sepultado, los computadores se mantuvieron en ECOM y la sala de operaciones fue posteriormente desmantelada, hasta el pasado año que nos permitimos conmemorar una de las mejores ideas contemporáneas.

Legado de Synco, una conversación necesaria

Superada la crítica a la necesidad del pueblo latinoamericano por querer emanciparse del yugo y depredación perpetua a la que nos somete el norte global, la población chilena ha tenido la posibilidad de ser vanguardia al hacer temblar los cimientos de la conquistualidad capitalista a la que estamos destinados por voluntad histórica vigente.

Tras un estallido social y la renovación fallida de nuestra carta magna, hemos padecido la derrota al no reconocer cómo la revolución y/o renovación de nuestros derechos adquiere una dimensión política territorial de la cual no hemos logrado hacernos cargo por desconocimiento, falta de infraestructuras y capital organizativo en las bases. En este sentido, revisar las lógicas organizativas de hace 50 años no es retrógrado ni romántico sino necesario para comprender lo desarticuladas que están nuestras vidas y lo alineados que estamos con el proyecto político que necesita de esta distinción.

Pensar un Estado tecnológico no es una utopía ni mucho menos una pretensión. En la actualidad resulta ser una necesidad involucrar a la institucionalidad para que vele por nuestra seguridad de datos y resguardar los medios que nos informan o desinforman para la alfabetización digital. Esto nos hace preguntar; ¿cuál es el rol actual del Estado en medio de esta última revolución industrial?; ¿la solución es un Facebook, Spotify o Instagram estatal? Bastaría con una aplicación que nos informe sobre los acontecimientos más relevantes para nuestro medio vecinal, comunal, regional y nacional.

En cuanto a la lógica organizativa del proyecto Synco, vale la pena rememorar la idea de involucrar a los trabajadores en la toma de decisiones gerenciales para la legitimidad del trabajo. Numerosos son los estudios que afirman como la existencia de sindicatos garantizan mejoras laborales en un contexto que no solo desconoce esta lógica sino que insiste en precarizar las condiciones de trabajo moderno en virtud de una pseudo inteligencia artificial.


Notas

1 Cibernética: Control y comunicación entre el animal y la máquina. Norbert Wiener, Cybernetics: Or control and communication in the Animal and the Machine, 2a ed. (Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 1965).

2 Revolucionarios Cibernéticos: Tecnología y política en el Chile de Salvador Allende”, de Eden Medina. ( Lom ediciones, Santiago de Chile. 2013).

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