07 de noviembre 2019

Carta a Pablo Neruda

por Nelly Azócar González

Poema 18/10 y una noche desesperada

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche.

Podría escribir por ejemplo: La noche está estrellada y simple, pero no, la noche está en furia y arde, y su luz ha iluminado nuestros caminos mostrando nuestro pasado vivo, claro y estático, inamovible y resignificante.

La noche oscura ya no se acerca a nosotros, ya que nuestros gritos la ahuyentan y no la dejan pasar.

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche, pero ya no estoy triste, estoy ansiosa, temerosa, inquita y excitada. Las historias se entrelazan, nos agarran por la espalda y nos hacen retroceder, rebobinarnos, comenzar de nuevo y entender.

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche, pero ya no voy a escribir, voy a salir, me moveré, caminaré, y nadie ni nada nos podrá parar jamás, porque ahora comenzamos a construir otra historia.

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche, pero es momento de escribir las injusticias, las rabias, el agotamiento de nuestro sistema, para que nunca más volvamos a sumirnos en la inercia social en la cual nos encontrábamos presos.

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche, pero ya no estoy sola, ahora somos un mar que despertó y con la energía de sus olas destruirá todo a su paso, arrancará de raíz los cimientos que creíamos perpetuos y nos mostrará la fertilidad que se ocultaba bajo nuestras narices.

Me podría sentar a escribir los versos más tristes esta noche, y estos podrían ser los últimos versos que yo podría escribir, porque nosotros, lo de entonces, ya no somos los mismos.

Estudiante de Doctorado en Estudios de Género, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *