Imagen: Alan Lomax: Prison compound No. 1, Angola, Louisiana. Fuente: Library of Congress Prints and Photographs Division (Dominio Publico)

24 de septiembre 2022

Carta de Assata Shakur sobre el Complejo Industrial Carcelario

por Assata Shakur / Traducción y notas por BRMVN.

New Jersey, 2 de Noviembre de 1979. Son las 13.00 horas, horario de visitas en la Cárcel de Clinton. Llegan algunas personas a visitar a una prisionera secuestrada en la sección de máxima seguridad. Habían escondido armas en sus cuerpos y logran pasar todos los controles de seguridad. En una operación cuidadosamente planificada, de un momento a otro sacan sus armas, reducen a los carceleros, toman a la prisionera y logran llegar a la van que tenían estacionada en la entrada de la cárcel sin necesidad de hacer un disparo. Manejan hasta un colegio cercano, a la vuelta de la cárcel. Se bajan y rápidamente cambian de vehículo. Desaparecen. Lo que los carceleros y presas de la Cárcel de Clinton habían presenciado era una operación de rescate del Ejército de Liberación Negra (Black Liberation Army, BLA), de la que participaron miembros de la altura de Mutulu Shakur, Kuwasi Balagoon, Sekou Odinga y Marilyn Buck. Habían rescatado a Assata Shakur.

La cárcel ha sido ampliamente discutida dentro del Movimiento por la Liberación Negra. Las Panteras Negras tuvieron una política abierta hacia las cárceles. Todos los presos Negros fueron comprendidos como presos políticos, porque la cárcel fue comprendida en sí misma como un instrumento colonial de represión hacia las y los pobres de amerikkka. De ahí que las Panteras se dieran el trabajo de politizar a la población carcelaria, y que tuvieran sedes en las cárceles. George Jackson, por ejemplo, era el encargado del reclutamiento en la sede de las Panteras Negras – Cárcel de San Quentin. Kuwasi Balagoon, del BLA, por otro lado, describe como una tarea revolucionaria el ingreso de miembros del ejército de liberación a las cárceles, para formar círculos de estudio y colectivos de presas y presos que pudiesen sumarse al ejército de liberación.

De los seis años y medio en prisión, Assata pasaría la mayor parte del tiempo en aislamiento y vigilancia las 24 horas del día. Fue mantenida secuestrada en las secciones de aislamiento y máxima seguridad usualmente en prisiones de hombres. En su autobiografía, relata algunos de sus encuentros en prisión con personas como Lolita Lebrón, quien dirigió al grupo de puertorriqueños que realizó el ataque armado al capitolio el año 1954, o también a Rita Brown, bo brown, de la Brigada George Jackson, cuya historia puede conocerse en Fuego Queer. También se cruzó con celebridades nefastas como las nazis pertenecientes a La Familia de Charles Manson. En prisión, Assata escribe el artículo “Mujeres en prisión: cómo somos”, donde describe la cotidianidad de la vida carcelaria.

Lo que sigue a continuación es una reflexión de Assata sobre el Complejo Industrial Carcelario. Es un concepto que se ha usado ampliamente para describir a la red de negocios que abre la industria carcelaria. Aquí, Assata entrega más elementos para la comprensión de la cárcel en la sociedad. Nos escribe desde su asilo político en La Habana.

Notas sobre la traducción: 1) las referencias han sido introducidas por el traductor para dar contexto al texto; 2) se han mantenido las mayúsculas y minúsculas del texto original; 3) en consideración de las posibilidades que permite el lenguaje, la traducción, y de que el idioma inglés utiliza varios pronombres neutros, se ha optado por traducir siempre con género masculino universal a grupos como “los ricos” o “los policías”, mientras que, por el contrario, se ha traducido, en varios momentos, con género universal femenino a grupos como ”nosotras las revolucionarias”.

Carta de Assata sobre el Complejo Industrial Carcelario[1]

Assata Shakur.
25 Septiembre, 1998.
Escrito en La Habana, Cuba.

Saludos Hermanas, Hermanos, Compañeras,

Nunca en nuestra historia la resistencia crítica al status quo ha sido más importante. El crecimiento del Complejo Industrial Carcelario ha sido espantosamente rápido y la intensificada represión que lo ha acompañado es absolutamente alarmante. ¿Qué futuro nos espera? ¿Qué consecuencias tendrá para nuestras hijas e hijos?

Aquellas que son destinadas a ser víctimas del Complejo Industrial Carcelario son principalmente las personas de color. Son Nativos Americanos, Africanos, Asiáticos y Latinos que vienen de sociedades donde no había prisiones y donde las prisiones eran un concepto desconocido. Las prisiones fueron introducidas en África, las Américas y Asia como subproductos de la esclavitud y el colonialismo, y continúan siendo instrumentos de explotación y opresión. En el corazón de los reinos imperialistas, las prisiones también significaron opresión. Las prisiones de Europa estaban tan sobrepobladas que los prisioneros Europeos fueron enviados a las colonias y fueron incentivados a esclavizar y colonizar a otras personas. En Inglaterra, durante el llamado período de expansión, no sólo había cárceles de deudores para los pobres, sino que, además, más de 200 crímenes que eran castigados con la muerte. Durante la revolución Francesa, el arrase y destrucción de la Cárcel de Bastilla se convirtió en un símbolo de liberación por toda Europa. Y hoy, aquellas de nosotras cuyos ancestros fueron encarcelados en fuertes de Esclavos como Elmira, o Isla Gorree, ahora nos encontramos a nosotras mismas presas en lugares como Elmira, Isla Rikers, Isla Terminal, Marion o Florence. Las prisiones que están siendo construidas hoy en los Estados Unidos son más sofisticadas que campos de concentración como Auschwitz o Dachau, pero sirven al mismo propósito. Las ganancias de la industria carcelaria y el trabajo esclavo de prisión están sobrepasando los niveles de super-explotación del trabajo forzado Nazi en los campos de concentración.

El Complejo Industrial Carcelario no es sólo un mecanismo para convertir el dinero del impuesto Público en ganancias para las corporaciones privadas, es un elemento esencial del capitalismo neoliberal moderno. Sirve para dos propósitos. Uno, para neutralizar y contener enormes segmentos de la población de sectores potencialmente rebeldes, y dos, para mantener un sistema de super-explotación, donde principalmente las cautivas Negras y Latinas son encarceladas en comunidades blancas, vigilantes y pobres.  Las personas de color son un objetivo fácil. Nuestra criminalización y villanización es una tradición Amerikana. La imagen del negrito sucio-flojo-sin rumbo-salvaje-atrasado-bueno para nada ha sido la base de la cultura e ideología racista que domina las políticas estadounidenses. Uno de los principios básicos de esa revolución fue que sólo los hombres blancos ricos tenían el derecho de tener una revolución, y cualquier otra persona que luchara por una es un terrorista o un subversivo. La verdad de ese problema es que los pueblos oprimidos tienen, y han tenido siempre, un motivo más grande para estar enfurecidos que el cobro de impuestos sin tener representación.

La represión, tortura, y golpizas son tan comunes en las cárceles de los Estados Unidos hoy como lo eran en las plantaciones de esclavos. Y los prisioneros políticos se llevan la peor parte de esta brutalidad sistemática. Aquellas que luchan contra la opresión son quienes están siendo lanzadas dentro de los calabozos, en vez de aquellos que la perpetúan. La prolongada tortura del confinamiento solitario está siendo usado, no sólo como un arma contra la disidencia política, sino como un arma frente a cualquiera que proteste alguna de las injusticias del sistema. ¿Cómo puedes luchar contra la injusticia, sin demandar la liberación de los prisioneros políticos?

Desafortunadamente, hay más gente joven tras las rejas debido a que han sido inculcados y están reproduciendo los valores de este decadente sistema capitalista, que aquella que está conscientemente luchando por cambiarlo. Durante la década de 1960, cuando el movimiento estaba en su punto más alto, la población carcelaria era sólo una fracción de lo que es el día de hoy. Aquellos que institucionalizaron el secuestro de Africanos, aquellos que orquestaron el genocidio contra los Nativos Americanos, aquellos que saquean los tesoros del mundo, y que son responsables por los crímenes más atroces de este planeta, quieren predicarnos a nosotros acerca de la ley y el orden. Aquellos que lucran con la miseria humana y nos niegan la educación, acciones afirmativas, salud y vivienda decente, quieren enseñarnos de moralidad. Muchas de nosotras miramos con impotencia como nuestros hijos e hijas imitan e internalizan la avaricia, la petulancia y la cultura de la ostentación practicada por aquellos que nos oprimen. Vemos a la misma gente que importa drogas en el país, que la distribuyen en nuestras comunidades, llevar a cabo una guerra contra nosotros en nombre de la lucha contra las drogas.

El Complejo Industrial Carcelario no es una distorsión del capitalismo global moderno; es parte integral de ese sistema. No es suficiente luchar contra el Complejo Industrial Carcelario; debemos luchar contra la ideología que lo promueve. Los seres humanos son seres sociales y tienen una necesidad básica de vivir en comunidades de apoyo, en vez de vivir en unas hostiles. Las personas de este planeta tienen un potencial infinito para contribuir a este planeta, y es un crimen impedirnos hacer eso. Los seres humanos que viven en este planeta tienen una habilidad ilimitada de aprender, de crecer, de cambiar, de ser generosos, de inventar y compartir. Es un crimen impedir a las personas jóvenes desarrollar sus talentos. Es un crimen dejar que los valores individualistas destruyan el bienestar colectivo. Para aquellos que reinan este planeta, todas somos desechables. El único valor que tenemos para ellos es la riqueza que somos capaces de producir. Es un sistema sin compasión, sin amor, y sin fe.

¿Qué tipo de mentalidad es aquella que clasificaría a un niño de 5 años de ser incorregible? ¿Qué tipo de sistema es aquel que juzgaría a un niño de 12 años como a un adulto? ¿Qué tipo de mentalidad es aquella que sentenciaría a una persona de 20 años a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional? ¿Cómo puede un sistema reclamar ser no-violento mientras practica la pena de muerte dentro de sus fronteras, bombardeando y matando personas inocentes por todo el mundo? Este es un sistema que vende y promueve y exporta violencia. Es un sistema que preferiría almacenar y asesinar a sus jóvenes, que cultivarlos. En este mundo grotesco con sus valores grotescos y cínicos, suena ingenuo creer en la gente, y creer en nuestra habilidad de crear un mundo mejor.

¿Pero cómo podrías creer en un futuro si no crees en las personas que van a hacer ese futuro? ¿Cómo puedes creer en los derechos humanos a menos que creas en los seres humanos? ¿Cómo puedes decir que crees en la justicia, sin creer en la justicia social, justicia política y justicia económica para todas las personas?

El Complejo Industrial Carcelario no sólo destruye individuos; destruye familias y comunidades. Si no lo destruimos, nos destruirá a nosotros. Les aliento a hacer todo lo que puedan para romper estas cadenas.

¡Libertad a todas las presas políticas!

¡Libertad a Mumia Abu Jamal!


[1] En torno al concepto de Complejo Industrial Carcelario (Prison Industrial Complex), Angela Davis señala “[…] recuerdo que estábamos tratando de capturar la globalidad de la organización del castigo, […] de entender por qué era que había cantidades tan grandes de personas en prisión en los Estados Unidos, la disparidad racial de la población carcelaria y al mismo tiempo, el declive de la educación, de la salud pública, etc. Creo que lo que era tan importante acerca de ese término, era que nos alejaba de pensar simplemente acerca del castigo, o las cárceles o las prisiones aisladas de todo lo demás. […] Me gusta señalar que sin la ayuda de las personas en prisión, no habríamos podido comenzar a esbozar un análisis más amplio del papel de la prisión, y estoy pensando en George Jackson, quien argumentó, a fines de los sesenta e inicios de los setenta, que necesitábamos pensar no solo acerca de la prisión como el lugar de represión política de las personas que se estaban involucrando  en el activismo por la justicia social en el tal llamado “mundo libre”, sino que teníamos que comenzar a entender cómo ese aparato fue clave para la manera en la que el racismo funcionó en nuestra sociedad[…]”. Entrevista de Critical Resistance a Angela Davis, «The Shifting Concept of the Prison Industrial Complex».

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