Foto: @pauloslachevsky

02 de noviembre 2020

+ Poesía (- policía)

por Varixs Autorxs

confesiones y manchas / por Draupadí de Mora*

también hay confesiones y manchas
con forma de celda
algunos asientos son incómodos
del respaldo
y otros por su excesiva altura
los saqueos de hoy día
con capuchinos armados de piedra y palo
y una incesante musiquilla
seguida de risas chasquidos ayes
no reflejan el sentir de la policía

algunos asientos son incómodos
por demasiado mullidos
o bajos en demasía
las desapariciones de hoy día
no reflejan el sentir del ejército ni la marina
no son reflejo de nada
en ellas solo hay
vacío

**

I (crepúsculo de octubre) / por (Kemono)

La magnitud y el porte
su rugido estruendoso al nacer y morir el día

Su voracidad al engullir nuestros precarios cuerpos
jóvenes pero fatigados

Sus colores amargos y su velocidad incuestionable
el giro de la rueda laboral

Todo se ve aplacado por el ritmo ancestral
por la trascendencia del mantra callejero
– el giro sutil de la muñeca, la otra firme al impacto –

Frente al cacerolazo y su inagotable eco
El monstruo queda mudo.

**

II (crepúsculo de octubre) / por (Kemono)

Para que nunca más en Chile
oración vertebral
sistema circulatorio
que desde el exterminio
ha hecho fluir cual sangre
la certeza única e inequívoca
de que aquellos que dispararon balas
hacia los que sangran sus sangres
no caminarán jamás nuestros mundos
para todos todo
nada para ellos.

**

XVII (Cartas para mi viejo) / por (Kemono)

La figura del padre
coja, vuelve a levantarse
y no es valentía
es tozudez

El retorno de Saturno al palacio
convierte sus promesas
en perdigones y ojos mutilados
ya no reconocemos el viejo mundo como hogar

La casa impuesta no es nuestra morada
no sabemos de construcción aún
los martillos son para golpear la vereda
las piedras no son posibles muros
sino proyectiles para destruirlos.

***

Antifaces / por Sebastián Nuñez Torres**

Fue una centuria de abrazos espectrales.
Teníamos miedo.
Lloramos en las azoteas del esplendor
mientras la noche organizaba Saturnales
el martes de piedrazos con los Pacos
en cualquier parte
porque éramos todos, los unos y los otros y tú también,
tú, sobre todo tú y un encuentro de cauces
que se pensaban derogados en el seno del flujo.

Eramos hombres de todas las épocas y latitudes,
de todo repertorio de noblezas
y pecados en nombre del Gran Padre.
Y crimen metafísico bajo la falda del origen.

Disidentes del orden en largas jornadas
urdiendo el hilo de los conjuros.
Vociferantes blasfemos en la alquimia
depurada del dolor bicentenario
que vomitaron en los altares de lo Sagrado,
pero guardaron silencio frente a las tumbas.
Bufones absurdos como presencias metálicas
en un mundo de geometrías devastadas.

Ya no quiero que mis días se conviertan
en un páramo donde los cuervos
festinan sobre cadáveres,
el crujido prisionero
en la grieta de los témpanos,
sueños tectónicos de milenios,
cumbres derruidas del viento
donde rondabas como un secreto
que olvidaron las llanuras.

Memoria de acantilados, abrazo de ruinas
en el tiempo devastado de lo informe.
Gritos en el roquerío de las Grandes Alamedas,
ciudades desoladas, máscaras en los carnavales
de la ceniza y la sangre. 

Queríamos desatar el nudo de los primeros juramentos,
resucitar luces de constelaciones desmayadas,
cosechar delirios de huracanes
frente a los templos de nuestra edad heliotrópica.

Enjambre de las victorias pírricas, lloriqueo
de menopaúsicas en el púlpito de la imbecilidad,
destino manifiesto, Ángeles de sesenta toneladas
en los suburbios, la cosmogonía del tranquilo horror
en el inicio de los tiempos, centurias, centurias
oxidando el aire en el vertedero de las profecías.

*

* Draupadí de Mora (Ciudad de México, 1984). Ha publicado El jardín de los violadores amables (Santiago, G0 Ediciones, 2016) y Lo merecemos todo (Ciudad de México, Mantra Edixxxiones, 2017). En 2020 le fue concedida la Beca Montserrat-Roig/UNESCO para residencias de escritura en Barcelona. A la par de su trabajo poético, se desempeña como traductora de portugués y es co-editora de la revista cartonera PUF!

**Sebastián Núñez Torres (Santiago, 1984). Licenciado en Lengua y Literatura de la Universidad Alberto Hurtado, Magíster en Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y candidato a Doctor en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Ha sido docente universitario y profesor de lenguaje y es miembro fundador del grupo de poesía “Vórtice” de la quinta región. Ha publicado El bosque de los ausentes (Puerto de Escape, 2015) y Las arpas rotas (Bajo la lluvia ediciones, 2020).

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