Fotografía por Alfonso Carrera @alfonsocarrerav

21 de junio 2021

Una Noche Vigilada y otros poemas

por Varixs Autorxs

Una noche vigilada 

por Sergio Palav *

La noche ha sido prohibida 
aun así
bajo un manto fantasmal de leopardo
permanezco en las calles
me escondo.
Aparecen los focos amarillentos dirigidos por los centinelas
seek and destroy a quien rompa la paz NAZIonal
de este ambiente inundado de óxido ferroso 
que espera la llegada de un tren 
de otro sueño carcomido.
La paz es el sabor de una vigilia mal digerida que se repite
una y otra vez, y otra vez, y otra, y otra
en la soledad domiciliaria y televisiva 
que violenta tus neuronas hasta la ceguera
hasta la incomprensión de lo que está más allá 
de tu safe space 
acá afuera siguen entorpeciendo el paso
los escombros de cuando fuimos felices sin saberlo.
Entonces
se acercan tres entidades humanoides 
sacados de un documental de peleas de perros clandestinas
deslizan sus figuras antropomorfas bajo los postes de luz
escuchan Héctor Lavoe en un aparato del futuro
danzando sobre el espacio dando brincos y giros sobre su propio eje
y con exagerada elegancia en cada pirueta lanzan miradas y besos a su audiencia
que soy yo nada mas
van moviéndose cadenciosamente al ritmo del Cantante como si son sus títeres
ríen felices a riesgo de parecer terroristas
y por la razón o la fuerza ser acribillados por los inspectores de la hiperrealidad
ya nadie les protege de las balas de un paco cocainómano
henchido del poder que da la impunidad
un esbirro aburrido de ganarse la plata cuidando el parquecito del congreso
puede disparar y salir limpio y rosadito
quizás un tirón de orejas le dan y ni eso. No importa.
Sí importan aquellas figuras rebeldes que danzan
que me recuerdan que no existe eternidad 
y que entretenga las rodillas
sus existencias chispeantes y sensuales
me contagian de lo prohibido y
como un simio demente bailo con los seres de la luna 
ahora todos vestimos de leopardo sangrante
zapateamos en un concurso incendiario y sombrío
hasta la madrugada.

* *

Me he pasado días y noches enteras

por Agustín Palma*

me he pasado días y noches enteras
encendiendo mi abismo
prendiéndole fuego a ver qué queda de él
o de ella, ellos elles
a ver si las cenizas hablan y dicen lo que yo no puedo
a ver si el todo y nada encendidos
pueden calentar este pecho inocuo

son las tres de la mañana de ayer
y anteayer
a veces son las tres de la mañana mucho tiempo
pero cada vez que salgo renazco
curo mis heridas con sal y amor
porque ninguna herida sala sin amor

**

FASE 1

por Eleuterio Eloy*

La calle está secuestrada por el toque de queda. De 9 a 5 am crujen los dientes del poder. Se roban las estrellas y le dan la espalda al alba. El suplicio de la bohemia a escondidas bajo la piel. Las lágrimas se pierden en la oscuridad de la noche frente a la prohibición del libre desplazamiento. La libertad del encuentro nocturno irrumpida por la patraña empleada de la pandemia en fase 1. Las carcajadas se vuelven clandestinas en la noche implacable. Un trago por el lento transitar de las sombras.

Aún así, aparecen los noctámbulos que no pueden conciliar el sueño. Naufragando sin parpadear salen bajo la noche al devenir de la escucha. Contrariamente, en el día de la urbe, hay un ruido que lo destruye todo. Reaparecen por la plaza fantasmagórica en estado de alerta por la tiranía de la policía. Al reencuentro y desencuentro con una humanidad que va de paso o se estaciona para compartir en la oscuridad caóticamente controlada: punkys-anarcos volviendo de los malabares; el pastero juntando sus cenizas o intentando vender algo; el que quedó con una ferviente sed en su garganta; algún transeúnte desprevenido sin ganas de irse al domicilio se desvía en el territorio abierto de la calle. Ambientes que se convierten en un cuchillo descortés. Abierto a los azares que la plaza pone a disposición escapando de la rutina programada de la morada. 

Es afuera donde se escucha la tonada del movimiento que los árboles nos regalan. Afuera se descubre la vida y la otredad. Disputando al poder la libertad de expresión pública. Conquistando la vida en multitud.

**

Cuenta regresiva para la prohibición de la noche.

por Alfredo Yáñez Matamala*

El reloj da asco.

Su anacronismo palpita.

La advertencia suena a burla. 

 Cuando el asqueroso anacrónico se burla.

                                     Compartimos la vergüenza.

Tiempos se cruzan en un país hecho de pausas y derrumbes.

 Y el anacrónico advierte: Te queda poco tiempo. 

Miedos

   Tantos. 

La cuenta regresiva mide otro tiempo, uno que se empezó a contar hace tanto.

Cuando 

   Compartimos el miedo.

Compartimos la muerte.

[Prohíban la noche como cementerio clandestino.]

Queda estrictamente prohibido deambular 

por la cuenca vacía.

  Nocturna.

por la zona de sacrificio.


Sobre lxs autorxs: 

*Sergio Palav (1990) Nació en Concepción y en la actualidad reside en Valparaíso. Ha contribuido con sus escritos en la revista Hilo Negro (2018) y en el fanzine poético visual Matamoscas 5 (2021). En la actualidad trabaja en su primer compilado de poemas titulado “Desfiladero nihilista”.

*Agustín Palma, 32 años, digno, de oficio enmarcador, deudor eterno del CAE con “la Tesorería”

* Alfredo Yáñez Matamala.  Profesor de Filosofía y aletargado poeta inédito que deambula por la deslengua y por Maipú.

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