Desde las 23:30 del pasado jueves 15 y hasta las 00:50 del viernes 16 de marzo, tuve la oportunidad de conocer la 38va Comisaría de Puente Alto como usuario que quiso ejercer sus derechos ciudadanos. Sólo posteriormente, me enteré por el sitio web del municipio respectivo, que un ranking de la empresa Global Altus, la había situado como el mejor cuartel de Latinoamérica durante 2010.
La noche de jueves estaban convocadas manifestaciones y caceroleos en apoyo de Aysén. Ese territorio de esforzados colonos que, de pronto y como respuesta a viejas y transversales demandas, resultaba ocupado por fuerzas policiales aerotransportados en poderosos aviones “Hércules”, con lluvia de lacrimógenas y balines, en vez de estrellas fugaces en la quietud de la noche patagónica.
Esa noche, al enterarnos de que nuestra hija Anaclara de 19 años, estudiante de segundo año de Historia en la Universidad de Santiago (USACH), había sido detenida por carabineros en las inmediaciones de la estación de Metro “Elisa Correa” de Puente Alto nos desplazamos rápido junto a su madre.